BELLEZA: LA PIEL. EXFOLIACIÓN
La exfoliación
La exfoliación limpia la piel de las células que le impiden funcionar correctamente y la hace lucir más joven y fresca.
También la vuelve más receptiva a la acción de los hidratantes, y controla la aparición de granitos y puntos negros.
Según el tipo de piel, la exfoliación puede realizarse dos veces, en el caso de las pieles grasas, y si es normal o seca, una vez cada 15 días.
La exfoliación a los 20: Las pieles jóvenes suelen presentar exceso de sebo, por ello, es conveniente exfoliar hasta tres veces por semana, y de ese modo se controlará el brillo de la piel. Se deberá evitar aquellos exfoliantes a base de retinol (vitamina A) o ácidos frutales (denominados alfa-hidroxiácidos) porque ejercen una acción demasiado activa, y las pieles jóvenes no necesitan de ingredientes tan intensivos. Debe considerarse a la exfoliación como un tratamiento cosmético ya que permite la oxigenación de las células, que es muy necesaria en las pieles jóvenes.
La exfoliación a los 30: A esta edad se debe elegir productos exfoliantes con ingredientes activos como los ácidos frutales para combatir la aparición de las primeras líneas de expresión. Se recomienda realizar la exfoliación un dos veces por semana para evitar un proceso de extrema sensibilización cutánea.
La exfoliación a los 40: Es conveniente que el producto para realizar la exfoliación tenga una textura suave, sin embargo, su fórmula debe incorporar retinol, que actúa contra el envejecimiento de las células y sirve para incrementar la producción de colágeno y elastina, fundamentales en la restauración de la epidermis. La exfoliación, a esta edad, constituye un tratamiento habitual para el rejuvenecimiento facial. Debe realizarse regularmente antes colocar la crema de noche.
CONSEJOS UTILES
Nunca apliques el exfoliante frotando con fuerza ya que no sólo irritarías la piel, sino que estimularías la producción sebácea.
La primera señal de que la exfoliación es excesiva es la aparición de una zona rojiza sobre la fina piel que cubre la parte superior de la mejilla. Si esto sucede, interrumpe la exfoliación hasta que la piel se haya recuperado por completo.
Si tu cutis es mixto, realiza la exfoliación sobre las zonas más oleosas, como la zona T, dos o tres veces por semana y sólo una vez por semana en el resto del rostro.
Es muy beneficioso que un profesional realice una exfoliación completa cada dos o tres meses.
El exfoliante puede ser en crema o en gel, pero en ningún caso debe ser abrasivo
Limpieza casera y natural
El primer paso para dejar la piel totalmente libre de impurezas consiste en aplicar una emulsión similar a las leches de limpieza preparada con agua tibia y leche en ambas proporciones (con el volumen de 1/2 taza de té es suficiente).
Esta receta debe aplicarse en el rostro y en cuello, con movimientos circulares y ascendentes. Después, hay que enjuagar con abundante agua tibia. También puedes usarla diariamente como emulsión de limpieza y para eliminar la seborrea.
El uso de vapor de agua para facilitar la extracción de impurezas de la piel está contraindicado, ya que a menudo éste dilata en exceso los poros facilitando la aparición de puntos negros.
Actualmente, lo más recomendable son los pulidos exfoliantes.
Para realizar una exfoliación natural hay que preparar una pasta pulidora a base de leche y azúcar. Mezcla los dos componentes hasta obtener una mezcla homogénea y con consistencia, de manera de que los granos de azúcar puedan actuar descamando las capas más superficiales de la piel. Esta exfoliación es leve ya que alisa la piel y la libera de las células muertas de la superficie. Luego, enjuagar con agua tibia y secar con una toalla o papel tisú, pero nunca con algodón.
El último paso es la humectación. Un aliado natural por excelencia es el aloe vera, ya que sus propiedades son muy efectivas a la hora de restaurar la tersura y elasticidad de la piel. Abre en dos una hoja de aloe y con los dedos extraiga su jalea, aplícala con los dedos sobre el rostro y deje actuar unos minutos. Lava con abundante agua fría.
Solución a las pieles secas
Las pieles resecas necesitan nutrición y humectación, para esto nada mejor que una máscara de aguacate. Pele un aguacate mediano, ábrela por el medio y retira la semilla, luego tritúralo hasta lograr una crema, agrega una cuchadradita de miel y únela al preparado. Aplica la máscara sobre la piel limpia, sin tocar los ojos y déjala 15 minutos. Retira con agua fresca y seca con leves toquecitos de toalla.