BELLEZA: CREMAS PARA PIES
UN PASO ADELANTE CON CREMAS PARA PIES
¿Sabía usted que tal como sucede con el cutis, codos, rodillas, y prácticamente cada parte de nuestro cuerpo, los pies cuentan con cremas formuladas expresamente para ellos, mediante las cuales pueden mejorar su salud y aspecto?; de ellas hablaremos enseguida.
No hace falta ser cartero, corredor de fondo o marchista para entender que los pies también se agotan, al igual que cualquier otra región de nuestro organismo, y que sólo nos acordamos de ellos cuando son causa de dolencias, ¿lo cree usted justo?
Mire usted, de acuerdo a los conocedores de la reflexología (rama de la medicina alternativa que a través de presión y masaje en pies, manos u otras partes del cuerpo estimula o relaja órganos y glándulas para lograr un estado de bienestar) los pies cuentan con numerosas terminaciones nerviosas que, además, reciben la energía que trasmite la Tierra.
De manera que no debe de extrañarnos que al concluir la jornada diaria los pies manifiesten cansancio, el cual puede ser fácilmente aliviado mediante sencillo masaje que los relaje, refresque y revitalice su energía. Elemento esencial en este proceso son cremas o geles especiales para pies, las cuales cumplen con efectos específicos de acuerdo a los compuestos que integran su fórmula; entre ellas podemos mencionar:
Gel exfoliante. Elimina las células muertas que a lo largo del día pueden acumularse, que de no atenderse pueden derivar en callosidades o engrosamiento de la piel de la planta; se aplica dando masaje hasta que se absorbe el producto. Entre los compuestos principales de la fórmula pueden mencionarse:
* Glicerina. Sustancia que hidrata las capas superiores de la epidermis.
* Polietileno. Pequeñas partículas, las cuales al friccionar sobre la piel, desprenden y arrastran a las células muertas.
* Siliconas. Aportan grasas a la piel para darle suavidad y flexibilidad; las más comunes son dimeticona y ciclometicona.
Cabe destacar que una vez absorbido el gel las partículas de polietileno no se quedan adheridas a la piel, por lo que deben removerse limpiando con un pañuelo facial; si quedaran entre los dedos, se puede emplear una esponjita húmeda.
Mascarilla para pies. Se recomienda en pies que necesiten relajación y mejorar su circulación sanguínea, lo cual alivia la sensación de pesadez: asimismo, hidrata y deja la piel más suave y elástica. Entre sus componentes se encuentran:
* Castaño de Indias. El extracto de esta planta mejora la circulación, fortalece las venas y las protege ante posibles golpes.
* Kaolín. Compuesto que limpia a profundidad los poros.
* Karité. Sustancia cremosa que se extrae de las semillas de la planta Butyrospermum Parkii; es rica en ácidos palmítico, oléico y linoléico que dan suavidad a la piel.
* Ruscus. La esencia de esta planta desinflama y protege a las venas, principalmente a las más pequeñas.
Aplique la mascarilla en todo el pie y espere 15 minutos, tras los cuales deberá retirar con una esponja húmeda.
Crema para evitar la transpiración. El sudor diario genera acumulación de microorganismos y mal olor, por lo cual debe ser controlado; el producto además brinda la hidratación que el pie requiere. Entre los compuestos de la fórmula se encuentran:
* Propilen glicol. Sustancia humectante que retiene agua.
* Sales de aluminio. Disminuyen el flujo de sudor hacia los poros.
* Zinc. Sus moléculas capturan los olores en formación y eliminan aromas desagradables.
Se aplica en todo el pie, en especial entre los dedos, dando masaje hasta que sea completamente absorbida.
Crema para durezas. Se emplea en el reblandecimiento de durezas e hidratación de pies con piel seca y agrietada. Se aplica mediante masaje hasta su total absorción; no se debe utilizar en las uñas. Su fórmula contiene:
* Aceite de germen de trigo. Aporta nutrientes a la piel seca.
* Vitamina E. Tiene la capacidad de incrementar el flujo sanguíneo, oxigenar y regenerar los tejidos, con lo que ganan mayor elasticidad.
Cabe destacar que son comunes en las fórmulas de las cremas para pies otros compuestos, como:
Aceites esenciales. Ayudan a eliminar hongos y microorganismos causantes de infecciones, además de que perfuman y humectan; los más empleados son de hinojo, geranio, salvia, lavanda, malva, árnica, enebro, romero, naranja y limón, aunque en la actualidad son muy populares los de tea tree y manuka. Por su rápida absorción dejan la piel fresca, suave y desodorizada durante muchas horas.
Antimicóticos. Compuestos que impiden la movilización y reproducción de hongos; los más empleados son clotrimazol, ketoconazol y miconazol.
Antibacteriales. Las bacterias son responsables del mal olor al descomponer el sudor y grasa de la piel, de manera que para eliminarlas se emplean compuestos como triclosán, cloruro de benzalconio o caléndula.
Manzanilla. Su efecto principal es analgésico, es decir, se emplea para tratar dolencias externas, como heridas superficiales, además de que proporciona humedad.
Mentol. Al igual que el alcanfor son ingredientes con aroma agradable y de acción refrescante.
Sábila. Su uso conserva la piel suave, elástica, resistente y protegida; también es útil en el tratamiento de quemaduras y heridas leves; llega con rapidez a las capas profundas de la piel, a las que revitaliza, a la vez que les proporciona agradable sensación de calor.
Por último, le aconsejamos tener en cuenta otras medidas que le ayudarán a que sus pies conserven buena salud:
* Manténgalos limpios y secos, especialmente entre los dedos.
* Use calcetines de algodón en vez de aquellos fabricados con fibras sintéticas, ya que absorben mejor la humedad.
* Ventile los pies el mayor tiempo posible y cambie de calcetines dos veces al día.
* Emplee una toalla especial para los pies y no la utilice para secar otras zonas corporales; tampoco la comparta.
* No utilice zapatos de punta estrecha o que resulten apretados.
* Al cortar las uñas hágalo en forma recta dejando las esquinas, como formando un cuadro, de manera que se permita el crecimiento apropiado y que se entierren; procure emplear un buen cortaúñas recto, pues los instrumentos encorvados y el uso de tijeras aumenta la tentación de cortar demasiado y redondear las esquinas.
* Si la jornada ha sido extenuante y hay sensación de irritación y dolor, sumerja los pies en agua caliente con 1/4 de taza de sales de Epsom o bicarbonato de sodio durante 10 minutos; si las molestias persisten a la mañana siguiente, repita la operación y continúe realizándola dos veces al día, hasta que se normalice la condición.
* En caso de haber callosidades, utilice una piedra pómez especial para manicure, tallando sin emplear demasiada fuerza.
* El exceso de sudor en los pies, combinado con falta de ventilación del calzado, presencia de bacterias y acumulación de células muertas es causa de mal olor. Controle este problema con la aplicación directa de talcos o polvos secantes elaborados a base de óxido de zinc o almidón de maíz, y trate de emplear al menos tres pares de zapatos a la semana para que se elimine óptimamente la humedad que pudieran acumular.
* Cuando decida aplicar barniz en las uñas, forme pequeñas bolas de algodón y colóquelas entre los dedos, con el fin de separarlos y que sea más fácil la acción. Aplique una capa del producto a todas sus uñas, deje secar perfectamente (con los pies en alto, entre 15 y 30 minutos), antes de poner una segunda capa; para despintar las uñas emplee quitaesmalte a base de aceite.
* La diabetes puede ocasionar pérdida de sensibilidad en los pies, por lo que quienes padecen esta enfermedad deberán tener cuidados especiales para evitar infecciones: no emplear agua caliente para lavar sus extremidades, mantener la piel bien hidratada, utilizar zapatos de su talla y calcetines limpios y, ante todo, revisar diariamente sus pies, incluyendo los espacios entre los dedos, en busca de posibles lesiones. La presencia de cualquier herida deberá ser remitida inmediatamente al dermatólogo, especialista médico en la piel humana.
¿No le parece que debemos acordarnos más a menudo de los pies y consentirlos de vez en cuando?