Cada día, cada minuto, cada segundo, cada instante es un momento nuevo, diferene y puede ser el momento en el que te decidas por comenzar un nuevo camino. Una nueva forma de vivir, de sentir y de experimentarte. Para ello es necesario aprender a aprender y aprender a dejarnos enseñar.
Como ejemplo quiero hablarte del agua. Cuando se estanca el agua se pudre o se evapora. Cuando busca, fluye, encuentra su camino y sigue su curso. Este debería de ser nuestro objetivo. Nuestro ser debe fluir y aprender del camino que ha elegido.
Cada día debemos estar abiertos a aprender de cada momento que se nos presente, de cada cosa que nos pase. Cada segundo que pasa, se inicia un nuevo camino. Para disfrutar de todo esto es necesario que estemos abiertos a nuevos aprendizajes, a rechazar creencias como «yo ya lo sé todo», «no necesito que me enseñes nada». Lo que la realidad oculta en estas frases es miedo a salir de una zona que nos da confort y de la que nos negamos a salir por no saber que nos encontraremos fuera. Lo primero que tenemos que perder es el miedo a equivocarnos, y en el caso de que suceda, lo mejor que podemos hacer es tomar distancia para enfocarnos en la realidad y elegir de nuevo.
Creemos firmemente que no tenemos nada que aprender, que ya lo sabemos todo y que nadie tienen nada que ofrecernos. Esto no es real. Constantemente debemos escuchar las enseñanzas que tenemos a nuestro alrededor y dejarnos enseñar por ellas.
Aprender a aprender, implica desaprender viejas creencias para aprender nuevas. Nuevas ideas, nuevos hábitos, nuevoas relaciones… nos sentiremos más libres y nos liberaremos de ideas erróneas.
Para iniciarse en un camino nuevo hay que dejar de lado el saber, nuestros conocimientos, abandonar la idea de «lo concreto», «lo general» «los estándares» y dejarse llevar más por el sentir. Este cambio implica escuchar nuestro interior, comprenderlo, cuidarlo y dejar que brote aquello que nos hace sentir nuestras creencias.
No te encierres en ningún pensamiento o creencia y deja hueco para la flexibilidad porque todo y nada puede ser real o irreal.
¿Te parece fácil o te parece dificil iniciar un nuevo camino? Siempre dependerá de tus pensamientos.