La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia [24-06-2020]
Cada vez estoy más convencido de amar la sencillez, que es hermana gemela de la humildad. Igualmente estoy convencido de que son virtudes que parten del pensamiento flexible que se produce cuando asumimos lo mucho que no sabemos, cuando vaciamos nuestra estancia interior y reorganizamos el espacio dejando sitio a la escucha, a la observación, a la comprensión, dejando menos espacio, a su vez, a los egoísmos.
En un mundo donde la soberbia intelectual es algo común, las opiniones únicas y verdaderas abundan en todas las tertulias, medios de comunicación, publicaciones, redes sociales y también en nuestra vida más cercana, pues incluso se sientan a nuestra mesa, convendría una vacuna de humildad reforzada con una buena dosis de sencillez y disculpas.
Porque es cierto que a las personas nos cuesta, a veces, tomar conciencia de nuestros errores, de nuestra inmensa ignorancia. Tal vez la escala de valores sociales imperantes nos insta a aparentar que somos invulnerables, inefables, a no admitir el fallo. Incluso llega a estar mal visto el cambiar de opinión, que es como renunciar a la rectificación, haciendonos presos de una supuesta obligatoriedad de demostrar coherencia.
La sencillez es más necesaria que nunca. Tener presente que somos imperfectos, que es bueno considerar otros puntos de vista y opiniones, Que, cómo decía Sócrates, la verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.
La sencillez de la mano de la humildad nos pueden facilitar el avance, el aprendizaje y la comprensión de nosotros mismos y también de los demás. Puede que sea una lucha interna por el poder. En cierta forma es una lucha donde la sencillez toma como aliadas a la flexibilidad, la rectificación y la comprensión con la intención de destronar al gran tirano, al ego. Con la intención de encumbrar a la humildad y acabar desterrando a la vanidad y a todo su séquito.
Pero incluso, si fuera posible vencer en esta contienda, si fuera posible destronar al ego, si fuera posible instaurar en nuestro interior la democracia de la humildad, regida por la constitución de la sencillez, incluso si ya hubiéramos superado nuestra metamorfosis particular, incluso si ya hubiéramos salido de nuestra crisálida y remontáramos el grácil y liberador vuelo, incluso en ese caso, nos convendría mirarnos en el espejo de las aguas claras del estanque interior para recordar que la bella mariposa,
que se ve reflejada, algún día fue oruga.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“El que con perspicacia reconoce la limitación de sus facultades, está muy cerca de llegar a la perfección” Goethe
Pues para no olvidar nunca quienes somos…”Remember” de Hank Mobley…a dejarse llevar…los pies comienzan a moverse marcando el ritmo…
