El espíritu creador de la especie humana [20-05-2020]
Dice la neurociencia que el cerebro no es capaz de distinguir la realidad de la ficción y que por lo tanto, el ensayo en la imaginación de una tarea produce resultados similares a la práctica real de la misma. Es la llamada técnica de la visualización, que ha dado sorprendentes resultados tras el hallazgo, por parte de la ciencia, de la demostración de que imaginar algo resulta tan eficaz como hacerlo. En realidad, al imaginar una acción se activan las mismas regiones cerebrales que durante su práctica real.
De ahí que hayan surgido en los últimos años diversas aplicaciones de esta técnica, utilizándose para mejorar rendimientos y habilidades en cualquier momento y situación. A su uso en la psicología, hay que añadir otros muchos. Los simuladores de todo tipo son un ejemplo donde se pone en práctica, sin riesgo físico real, las reacciones ante las posibles incidencias o adversidades que pueden surgir en el pilotaje de todo tipo de naves o vehículos, ya sean espaciales, marinos o terrestres. Otra aplicación importante se está dando en las terapias rehabilitadoras, donde el solo intento y visualización del movimiento ayuda, en gran manera, a restablecer puentes neurológicos y a favorecer la recuperación de una movilidad que, desde un punto de vista físico, parecería imposible.
En cierta forma, parece claro que con cada sesión de visualización se fortalecen las conexiones neuronales asociadas con dicha acción y como resultado, al ponerla en práctica, ésta resulta mucho más sencilla y eficaz. En suma, el simple hecho de imaginar y visualizar que se lleva a cabo una acción proporciona resultados sorprendentemente positivos, muy similares a los que se obtienen ejecutando realmente la acción.
Por ende entonces, si deseáramos mejorar nuestras vidas, ¿podríamos utilizar esta valiosa estrategia de forma colectiva?.
Puestos a visualizar, me imagino que grandes grupos de personas se reúnen. Desde todos los lugares del mundo han llegado para proceder a una gran visualización colectiva, con la intención de fomentar el espíritu creador de la especie humana. Me imagino a sus integrantes en grandes círculos concéntricos, sentados en el suelo, unidos por las manos, meciéndose en una hipnótica y ondulante danza del cuerpo superior, como una especie de “omaticayas”, los indígenas de Pandora creados por James Cameron, en esa secuencia donde rodean el “Árbol de las Almas”, conectados entre sí, conectados con el planeta, en comunión con la sabiduría ancestral del todo. Me los imagino comenzando a divagar sobre una historia imaginaria donde los participantes son también los narradores y a su vez los protagonistas, Me los imagino inventando por turnos las secuencias de una historia por venir, una historia de la humanidad, una historia con final feliz. Una historia contada recogiendo los pedazos rotos en tantos entuertos y vicisitudes planetarias, una historia convertida en una especie de “kintsugi del alma”, en honor a ese arte japonés de ensamblar los trozos de porcelana para devolver la vida a un objeto roto, a ese objeto roto que a veces es la humanidad. Juntos, siempre juntos. Unidos, siempre unidos.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.” Proverbio Swahili
Os dejo un bello tema de Enya, que forma parte de la banda sonora de Avatar, “Amaneciendo”, “Evening Falls”.