Nos deprimimos porque nos convencemos a nosotros mismos de que nuestro/s problema/s NO TIENE SOLUCIÓN.
Cuando nos surge una situación en la vida, que nos resulta complicada de abordar o de superar, solemos encontrarnos en una situación de estrés y sentimos lo que los psicólogos llaman ansiedad, cuando la situación se cronifica y por más que lo intentemos no la podemos solucionar…
Cuando no vemos salida, cuando ya empezamos a verlo “todo negro” cuando flaquean nuestras esperanzas, cuando nos sentimos incapaces de resolverlo, cuando no creemos que nadie nos puede ayudar a salir del problema que nos angustia, empezamos a tirar la toalla, a solo ver lo malo…y entonces estamos deprimidos.
Es importante que, ante esta circunstancia y este malestar, estemos atentos y hagamos cambios constructivos en nuestras vidas, distraernos, hacer cosas que nos hagan sentir bien, buscar soluciones a los problemas reales, etc. nos pueden servir para salir de este estado. NUNCA LA DESESPERANZA, TIRAR LA TOALLA, ABANDONARNOS, NOS LLEVARÁ A SALIR DE ESTE PROBLEMA.
Si esto dura unas horas, o unos días no pasa nada, nos recuperamos y seguimos con nuestra vida. Pero si dura ya meses es importante buscar ayuda de un profesional que nos acompañará de nuevo a la sanidad mental y al buen funcionamiento, al bienestar y la salud.
Consejos para superar la depresión
- No esperes a que te apetezca hacer las cosas para hacerlas, solo después de practicarlas recuperarás las ganas
- Al principio hay que obligarse, poco a poco se vuelve a disfrutar
- Aparta los “malos” pensamientos y la negatividad de tu mente
- Quiérete como si fueras tu mejor amig@
- Procura no ser tu peor enemigo
- Afronta lo que temes poco a poco, solo hacerlo te ayudará a dejar de temerlo
- Quiero que sepas, que pensar bien, pasa por tener esperanza y no al revés…
- Habla de lo que te preocupa, desahógate pero no estés siempre quejándote porque la gente al final te huirá
- A las personas nos encanta ver a los demás “superarse” y no verlos derrumbarse
- Sé valiente ante las adversidades y vuelve a soñar con buenos momentos futuros…
¿Qué es el desánimo?
Es perder la fuerza, la voluntad, la energía para hacer o para pensar. Cuando nos sentimos bajos, con pocas ganas, con falta de interés en lo que deberíamos tenerlo… es que estamos desanimados.
El ánimo nos hace sentir que podemos, que somos capaces, que queremos hacerlo, que tenemos las ideas claras, que nuestro cuerpo funciona y está lleno de energía, que nuestra mente funciona con claridad, cuando parece que fluimos.
¿Qué podemos hacer si estamos desanimados?
¿Cómo podemos animarnos?
Una forma de modificar, emociones y sentimientos de desánimo es provocar las emociones y sentimientos positivos empezar por la ACTUAR, como si ya nos sintiésemos así, esto facilita tanto que consigamos nuestros objetivos, lo que nos anima y que cambie, poco a poco, nuestro estado de ánimo. Al principio hay que “obligarse” y luego ya vamos disfrutando más y nos apetece más porque nos acostumbramos y además nuestros sentimientos nos van acompañando. No se sube el estado de ánimo con hacerlo una sola vez, hay que “trabajárselo” constantemente.
Importancia del estado de ánimo para poder funcionar día a día
Es difícil ser eficaz si estamos mal de ánimo, el solo hecho de levantarse de la cama nos cuesta, pero hay que hacerlo y unir un pensamiento positivo y una actitud constructiva” a los retos que nos presenta el día.
En esta situación de crisis en que estamos, necesitamos de más ánimos que nunca y en cambio, las circunstancias son contrarias a ello.
Os animo, os reto, a seguir con nuestras tareas y no dejar que nos venza el desánimo.
Este sentimiento aunque es un desagradable y negativo, como casi todo en esta vida tiene su parte buena, nos indica en qué situaciones estamos actuando mal, en contra de lo que nosotros creemos, de nuestros valores o en contra de los que nos rodean.
No soy partidaria de eliminarlo, ni luchar contra él acríticamente, sin más, en ese error caen algunas personas y no tiene mucho sentido.
Por lo tanto podemos hablar de un sano sentimiento de culpa, de una forma de “regañarnos” a nosotros mismos que es eficaz para muchas situaciones.
Cuando alguien tiene sentimientos de culpa, lo primero que yo recomiendo es analizar, con detalle, cuidadosamente, por qué se está sintiendo así, para ver, cuál es la causa o razón de ese malestar y valorar si tiene algún sentido lógico para esa persona.
En el caso que se vea que SI, que tenemos que cambiar, lo mejor es ponerse a ello y no eliminar, sin más el sentimiento de culpa.
En el caso que veamos que No es útil, que ya no tiene sentido, que ya no nos está enseñando nada, se puede trabajar activamente para eliminarlo.
Puede ser uno de los sentimientos destructivos de la persona, le puede hacer un enorme daño, es como un castigo psicológico que nos infringimos a nosotros mismos.
Nos sentimos culpables por hechos del pasado, que una vez, ya no podemos cambiar, nos hará muy difícil funcionar bien, si no es que llega a impedírnoslo totalmente.
De los errores del pasado lo único que podemos hacer es intentar aprender, tomar medidas, modificar las causas que provocaron el problema, y una vez hecho esto, LA CULPA A LA BASURA.
Es muy conveniente observar cómo nos estamos “machacando” y atormentando, descubrir las palabras que nos decimos nos ayudará a cambiarlas, ha hablarnos a nosotros mismos de una manera mucho más constructiva. Por lo tanto, descubramos qué nos estamos diciendo y dejemos de decirnos ESO que nos daña.
Si nos cuesta cambiar nuestro pensamiento el intentar distraernos nos ayudará, o que alguien se ocupe de hacerlo y no dejarnos ahí, rumiando, dándole vueltas y más vueltas.
Todos cometemos errores y no podemos evitarlos al 100%, en algunos momentos y con determinadas circunstancias no podemos hacer nada o casi nada. Reconocernos INOCENTES frente a lo que nos ha pasado, nos facilitará el superarlo.