It would be very good if we made words an ally for well-being [09-14-2020]
The lullaby of words. The expression of words. The materialization of ideas through them. The words we say, the ones we release, the ones we sometimes spit, the ones we keep and rot inside us Those that kiss, those that hurt, those that sublimate us, those that annoy us, those that comfort, those that make us evolve, those that limit and depress us, sometimes unconsciously, others full of intention.
Those words that are true acts of communication, small pieces of the puzzle of life, bricks that make up the script of our lives. Some reaching the ear, others kissing the soul. Wonderful musical notes that emerge from the fascinating string instrument located in our larynx. Able to breathe courage after the harangue, capable of changing the meaning of our life, our emotions, our being, in one sense or another. It depends on us.
The power of words is immense, because in reality they end up defining us. They define ourselves but they also define our relationships with others, since they are really shared from the moment they materialize, whether they are written or spoken. At the end of the day, words belong to whoever pronounces or writes them, and who listens or reads, in equal parts. They are also very ours, they are part of our inner dialogue. That is why the proper use of them is so important, they are much more powerful than we think.
I imagine them being born in a dreamlike meadow, where some enlightened shepherds take care of their flocks of letters, milking them to obtain their essence and thus later, make different cheeses that will be transformed into words that, in turn, will be taken to the warehouse of our brain to be served on demand.
I imagine them diverse, heterogeneous, of all textures and colors. Radiant and healing, dark and terrifying. Shaky and downcast, firm and disciplined. Encouraging and warm, distant and cold. Full of compassion and love, steeped in hatred and resentment.
Todos nosotros estamos hechos de palabras, de la materialización de ideas. Somos verdaderos discursos itinerantes que se relacionan con sí mismos y con los demás a través de esas ideas metamorfoseadas en palabras, que son la esencia del ser humano, que poseen una incidencia determinante en nosotros y en nuestro entorno, Tanto que las expresiones verbales son tan importantes, al menos, como los hechos concretos.
Así pues, como el uso que hacemos de las palabras es un acto muy frecuente y cotidiano, cabe la posibilidad de que tendamos a restarle el valor que tiene. Convendría no olvidar que el uso adecuado de las palabras tiene un gran potencial para mejorar o empeorar nuestras vidas. Estaría muy bien que hiciéramos de las palabras unas aliadas para el bienestar y no una pantanosa trampa para hundirnos. No se trata de hacer un uso irreal del lenguaje para cambiar lo que pensamos, sino más bien pasar de un “no puedo lograrlo” a un “lo lograré”.
Está comenzando a amanecer, hoy es un buen día para cambiar las palabras que dirigimos a los demás o aquel que se refleja en el espejo. Hoy podemos buscar y encontrar las más adecuadas, positivas y funcionales, porque quizás cambiando tan solo la forma de decir seamos capaces de cambiar el contenido. Recoger la cosecha de aquellas palabras que nos hacen sentir bien, que nos impulsan, que nos ayudan y desprendernos de aquellas que nos agotan, que nos dañan, que nos limitan, que nos deprimen. En la vida siempre podemos elegir, en todos los aspectos, uno de los más importantes es la elección de las palabras que nos acompañan.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas…” Pablo Neruda
Os dejo con “El Maestro”….con Paco de Lucía, un hombre que hacía “hablar” a su guitarra… a disfrutar de ocho minutos de rumba para alegrar esta mañana…”Rumba” desde el Teatro Real en 1975…
Os quiero!!!