Existen comportamientos más o menos repetitivos que pueden llegar a convertirse en todo un problema. Se trata de pensamientos o actividades que se presentan de forma reiterada y que desembocan en rituales:
Higiene excesiva. No se trata de tener miedo a una determinada enfermedad, sino que las personas que sufren este tipo de neuras temen contaminarse por tocar determinados objetos o personas.
Manía por el orden. Muchos quieren que las cosas estén colocadas de acuerdo con unas pautas que marcan ellos mismos. Si alguien cambia la disposición determinada se sienten molestos y enseguida remedian el desbarajuste.
Verificación constante. La angustia por el pensamiento de que por su culpa se produzca una catástrofe les lleva a comprobar una y otra vez que todo esta en perfecto estado. El gas, el agua, que esté todo apagado…
Guardarlo todo. Recoger todo aquello que necesitan o no. Es decir, son incapaces de tirar nada, todo les resulta útil. Pueden llegar a acumular en casa todo tipo de instrumentos que para el resto de los mortales resultarían inútiles.