La cabeza me estalla
Estoy lleno de ideas. Quiero salir de esta situación económica, pero me falta para encontrar un buen trabajo y terminar la carrera. Quiero trabajar, pero no quiero dejar de estudiar.
Siempre quise ser como el entrenador, pero el otro día me di cuenta que se droga. El maestro de economía es tan inteligente, pero parece que le batea al otro bando. Me pasé el alto y el policía me pidió mordida. En fin, ya no puedo creer en nadie.
Me gusta Lolita… quiero pedirle que sea mi novia. Quisiera tener relaciones con ella.
Me dicen que el alcohol me aliviana. ¿Y si empiezo a fumar? Tal vez así me vea sexy y le guste a Lolita.
Mis jefes no me escuchan, no les puedo contar lo que me pasa. Mejor me quedo navegando en la computadora. Ellos creen que estoy haciendo la tarea, pero no es así.
Me gustan los tatuajes. Están “in”. Quiero ponerme uno en el brazo. También quiero un arete en la lengua.
¿Te sientes identificado con alguna de estas frases?
Es normal que pasen estas ideas por tu cabeza. Lo que importa es cómo vas a resolver la situación. Debes pensar lo que vas a hacer porque tú tendrás que hacerte responsable de las decisiones que tomes y de sus consecuencias.
Si la adolescencia es una etapa de la vida que siempre se ha caracterizado por ser difícil, pienso que en la actualidad es mucho más difícil aún.
Un joven tiene que prepararse para el futuro, tiene que tener metas claras y saber hacia dónde va. Hay que estudiar la preparatoria y la carrera si quiere tener un buen empleo. Además, tiene que seguirse actualizando y estudiar tal vez una especialidad, maestría o doctorado. Algunos tienen que combinar el estudio con el trabajo.
Cada vez carecen de figuras de autoridad que puedan admirar. Sus ídolos ya no son confiables. Están ávidos de figuras en las que puedan confiar puesto que los han defraudado enormemente. Viven en un mundo lleno de corrupción y de falta de credibilidad.
Como ya no hay tantas inhibiciones, muchas veces se dejan llevar por sus pasiones. Creen que la intimidad con su pareja solamente la pueden lograr mediante una relación sexual. Y no se ponen a pensar que podrían quedar embarazadas (o dejar embarazada a alguna compañera), verse forzados a abandonar los estudios para mantener a un hijo, sentirse culpables o “usados” si su compañero los abandona.
Es una época en la que la diversión se confunde con el tomar y el fumar. El fin de semana se reduce a ir al antro, bailar y ligar.
Para muchos, si no hay alcohol no hay diversión y los amigos les dicen que si no toman no son hombres. Tomar no es malo, pero poner en riesgo la vida y la salud por un momento de diversión sí lo es.
Lo cierto es que los adolescentes de hoy en día constituyen la generación net. La generación de las computadoras, el internet, los video juegos, de la mayor red de información y el ciberespacio.
¡Joven, detente!
No te quieras comer el mundo, tendrás muchos años para eso. Disfruta tu etapa, tu juventud.
Sé joven, sé feliz. Por tu edad y apertura es más fácil para ti el comprender a los adultos y ayudarlos a entenderte. Intenta comunicarte con ellos, te darás cuenta que buscan tu bienestar.
Cuida tu imagen. No dejes que la moda la destruya. Recuerda que tu carta de presentación ante los demás es tu apariencia física.
Realiza cambios que no te afecten para siempre y que sean de acuerdo a tu edad. No pongas en riesgo tu salud por un arete que se te puede infectar o un tatuaje que te puede hacer lucir mal al poco tiempo.
Ojalá sepas cuidar y valorar el regalo de la vida y siempre pienses antes de tomar cualquier decisión.