Allanando el camino de las generaciones futuras [03-07-2020]
A veces nos sentimos “raros”. Percibimos que algo no encaja con lo establecido, experimentamos una sensación de inadecuación, de no encajar con lo establecido, de ser diferentes. Y aunque, en ocasiones, puede parecer algo negativo, no lo es. Hay que abrazar a nuestras rarezas y permitirnos ser libres.
Debemos entender que el ser humano es un ser social con un sentimiento de pertenencia que es una de nuestras necesidades básicas. Necesitamos establecer relaciones, forjar vínculos, estrechar lazos, sentirnos aceptados y reconocidos. Pero no a cualquier precio.
Probablemente desde pequeños hayamos sentido la necesidad de adecuarnos a lo que se espera de nosotros, de cumplir con unas expectativas, de encajar, de complacer a quienes nos rodeaban, ya fueran padres, familiares, maestros o amigos. Seguramente sentimos alguna vez la necesidad de complacerlos, pues necesitábamos su afecto para sentirnos bien.
Sin embargo esto muchas veces implicaba negar aspectos de nuestra propia personalidad, otras veces reprimir deseos e incluso opiniones propias para tratar de amoldarnos. Posiblemente nos hayamos sentido fuera de lugar en algunos momentos, seguramente nos costó un gran esfuerzo hallar nuestra identidad, tal vez probamos diferentes formas de intentar formar parte de algo. Tal vez quisimos romper, en algunos momentos, con legados familiares, tradicionales comportamientos, puntos de vista o creencias de nuestros allegados. Tal vez acabamos exhaustos en la orilla de la vida tras haber nadado un buen trecho contracorriente. Tal vez empujamos a nuestras “rarezas” al fondo y las encerramos tratando de ser como se esperaba. Tal vez nos hicieron pensar, en algún momento de nuestra vida, que encajar era la prioridad. Tal vez más de una vez hemos sido presos del hacer “por compromiso”.
Pero nunca es tarde para comprender que de la homogeneidad, de la uniformidad, de la rigidez, no surge el avance de las personas ni de la sociedad, ni del arte, ni de la ciencia, ni….Son las mentes divergentes las que hacen y provocan que todo se mueva, que el árbol se sacuda, permitiéndonos avanzar. Es mucho lo que se puede perder apagando el fuego de los soñadores, señalando al que es diferente, al que desea ser distinto, Es mucho lo que se puede sufrir por negarnos a ver el brillo.
El mundo nos necesita heterogéneos, diferentes e incluso peculiares y “raros”, Nos necesita valientes, necesita que insuflemos aire fresco en los árboles familiares, aventando las viejas ramas, ventilando todo el ancestral follaje, sacudiendolo todo, eliminando lo limitante y allanando el camino de las generaciones futuras.
Si alguna vez sentimos que no encajamos en este mundo puede que sea porque llegamos para cambiarlo. Así que permitámonos brillar, pues el brillo que tantas veces intentaron o intentamos apagar es la luz que necesitaremos en nuestro camino. Dejemos de sentirnos inadecuados y en su lugar exploremos nuestro interior, sin miedos ni limitaciones. Abracemos nuestra “rareza” permitámonos ser libres, sencillamente intentemos ser, plenamente.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Sé tú e intenta ser feliz, pero ante todo sé tú.” C.Chaplin
Os dejo un poquito de Chilled Jazz, contemporáneo y heterogéneo, elegante y bello como una flor….ya suena “A Flower Is a Lonesome Thing”, de Lauren Richardson…