Los cosméticos
Los productos cosméticos nos ofrecen la oportunidad de paliar los efectos del paso del tiempo sobre la piel y de mantenerla perfecta. Pero en muchas ocasiones, aunque son examinados, provocan efectos contrarios a sus propósitos, como las reacciones alérgicas.
Aunque cualquier cosmético puede provocar estas reacciones dependiendo del tipo de piel, algunos productos implican más factor de riesgo que otros; bien porque el envase no cumple los requisitos necesarios bien por algunos de sus componentes.
Controles sanitarios
Antes de salir al mercado, cualquier cosmético de calidad es sometido a una serie de pruebas. Los productos deben ser inofensivos para la salud de la piel, por eso sus componentes son examinados para comprobar que no son tóxicos. También se debe probar su eficacia.
Antes, los exámenes se basaban en la simple observación de sus resultados, pero en la actualidad pasan por pruebas y tests de laboratorios muy sofisticados. Desde el punto de vista legal no hay ningún control riguroso de Sanidad, pero se presupone que los fabricantes cumplen los cuidados pertinentes, para asegurar su éxito y también por ética profesional.
Aunque no es posible garantizar de manera absoluta que no van a provocar reacciones alérgicas, ya que muchos consumidores rechazan algunos componentes. Por eso conviene seguir los consejos de los dermatólogos antes de usar un producto.
Los componentes
Determinados elementos incluidos en la elaboración de los cosméticos pueden ser rechazados por algunos tipos de pieles; aparecen rojeces, irritaciones, manchas, hinchazones y picores.
Los ácidos alfa hidroxi, que se utilizan en cremas antienvejecimiento desde hace más de diez años, suelen provocar este tipo de reacciones. Este componente se extrae de los azúcares de los vegetales y las frutas. Los más utilizados son el ácido láctico y el glicólico.
Según una investigación realizada en Estados Unidos, estos ácidos penetran a través de la piel y debilitan la capa externa, lo que causa una mayor sensibilidad a la exposición solar e incrementa el riesgo de contraer cáncer de piel.
Estudios llevados a cabo por dermatólogos determinan que el uso del ácido láctico y el glicólico no implica ningún riesgo si cumple tres condiciones: que la concentración de alfa hidroxi sea, como máximo, del 10 por ciento, que el envase incluya una advertencia que indique que se debe aplicar un protector solar o que el producto sea formulado de manera que proteja la piel contra los rayos del sol.
Otras causas
Puede tratarse de un producto que ha salido defectuoso al mercado. En este caso todos los damnificados tienen derecho a una indemnización. Otra posibilidad es que el envase no esté convenientemente precintado, de modo que el contenido se estropea. Tenga en cuenta que la caja debe ser opaca para evitar el contacto directo con la luz y debe mantenerse alejado de fuentes directas de calor.
¿ Qué se debe hacer?
Los especialistas aconsejan que las personas que utilicen cosméticos con ácidos hidroxi, usen a su vez un protector solar de factor 15. Hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta cuando se compra un cosmético que no se ha usado nunca:
1 . La etiqueta del producto debe incluir una lista donde se indiquen todos sus componentes.
2 . Probarlo previamente en una zona pequeña de la piel para comprobar sus efectos.
3 . Lavarse inmediatamente la cara con agua fresca si se observa alguna anomalía.
4 . Suspender su uso inmediatamente y acudir rápidamente al dermatólogo.
5 . Si se trata de una piel sensible es recomendable utilizar un producto suave con garantías de ser antialérgico.