El vaginismo es una disfunción sexual caracterizada por un espasmo involuntario de la musculatura que rodea la vagina al intentar el coito, y que imposibilita la penetración.
Es habitual, que esta dificultad aparezca también ante el intento de insertar un tampón.
Por otro lado, el vaginismo, suele apreciarse en la dificultad, o imposibilidad, de dejarse explorar ginecológicamente.
El vaginismo se conoce como la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina y que impide, o hace dificultosa, la penetración.
Una vez descartada cualquier patología física que pudiera ser causa de esta disfunción sexual, se propone un plan de tratamiento.
El objetivo de la terapia sexual en el vaginismo es reducir la ansiedad que tiene la mujer ante la penetración, y por tanto, conseguir finalmente relaciones coitales normalizadas. Aquí, su pareja también puede jugar un papel relevante, por lo que es preferible su participación en la terapia.
A la paciente le mostramos una serie de ejercicios de relajación muscular para favorecer la relajación general, otros encaminados a contraer-relajar la musculatura vaginal, e incluso se le puede aconsejar el uso de dilatadores progresivos.
Finalmente, en prácticamente todos los casos, al final de la terapia sexual la mujer logra mantener relaciones sexuales coitales.
Síntomas
El síntoma de vaginismo más evidente, es la contracción involuntaria o espasmo muscular vaginal. Puede producirse durante todo el acto sexual, o aparecer repentinamente mientras se mantienen relaciones sexuales con penetración.
Concretamente, en el vaginismo aparecen síntomas tales como:
- Ardor, picor y tensión muscular vaginal durante las relaciones sexuales
- Dolor, en mayor o menor medida, que puede dificultar o incluso imposibilitar la penetración
- Incomodidad persistente ante las relaciones sexuales con penetración
- Dificultad o incapacidad total para insertar un tampón
- Dificultad al someterse a una exploración ginecológica
Tipos
Vaginismo primario: Se denomina así cuando una mujer nunca ha sido capaz de mantener relaciones sexuales sin dolor, o simplemente no ha logrado la penetración, provocado por la contracción de los músculos del suelo pélvico que rodean su vagina
Vaginismo secundario: En este caso, la mujer ha mantenido previamente relaciones sexuales coitales sin problema y, debido a alguna situación en su vida, comienza a desarrollar vaginismo.Suele ser debido a la presencia de algunos acontecimientos traumáticos físicos o psíquicos en un determinado momento de su vida, como un parto, una violación, una cirugía o simplemente cambios hormonales como los que se producen en la menopausia. Como consecuencia de alguna de estas situaciones, se comienza a originar un espasmo muscular en el suelo pélvico, denominándose vaginismo secundario.
Causas ¿ Porqué me pasa esto ?
Habitualmente, entre las causas del vaginismo suele haber una mezcla entre causas físicas y psicológicas. En general, existe en la mujer una anticipación al dolor. La paciente, al disponerse a tener relaciones sexuales, focaliza su preocupación en la imposibilidad de ser penetrada y el dolor que le provocará si su pareja lo intenta.
Por tanto, lo que se produce de forma involuntaria, y casi como un acto reflejo, es la contracción involuntaria de la musculatura vaginal, dificultando la penetración.
Causas físicas del vaginismo: Postparto, cambios hormonales (menopausia,…), cirugía pélvica, toma de ciertos medicamentos, etc.
Causas psíquicas del vaginismo: temor (al dolor, a quedarse embarazada,…), ansiedad y estrés, problemas de pareja, educación sexual represiva, etc.
Tratamiento del vaginismo. ¡Soluciónalo!
Actualmente podemos afirmar que el tratamiento es bastante sencillo y el vaginismo tiene cura. La experiencia de la consulta de Psicología y Sexología Integral de Sevilla, en esta disfunción sexual, nos dice que prácticamente el 100% de los casos que se atienden logran superar el vaginismo, y por tanto, llevar una vida sexual satisfactoria. En el tratamiento del vaginismo uso estrategias y técnicas encaminadas a eliminar la ansiedad ante las relaciones sexuales, en general, y a la penetración, en particular.
Durante el proceso de terapia sexual, es importante la implicación del hombre tanto en la terapia , como en la práctica de ejercicios que se os recomiendan para casa. Algunos de estos ejercicios deberán ser practicados por la mujer a solas, y otros con su pareja.
Algunas técnicas y ejercicios que se usan en vaginismo son:
– Ejercicios de Kegel
– Autoestimulación
– Focalización sensorial
– Inserción gradual de dilatadores vaginales
-Transición a la penetración
Finalmente, animaros a ponerle solución a vuestro vaginismo desde ahora mismo. Esta disfunción sexual produce malestar en tí y en tu pareja. El tratamiento no te llevará muchas sesiones, si tú y tu pareja tenéis motivación para seguir la terapia, y realizar los ejercicios que se os indican.
Vuelve a disfrutar plenamente de tus relaciones sexuales. Contacta ahora. Confía en mi experiencia.
Fdo. Joaquín Ferrera
Psicólgo-Sexólogo
Coleg: AN04717