Existen algunas técnicas o métodos para de forma fácil secar las Flores y Plantas tu mismo.
Secado al aire:
Se agrupan las plantas por especie, tamaño y grosor del tallo. Se atan con una goma elástica. No se usan cuerdas, porque cuando los tallos se secan disminuye su volumen. Se cuelga cada ramo boca abajo y se deja durante tres semanas en un lugar cálido sombrío y aireado.
La técnica del secado al aire es la más sencilla de todas y puede ser utilizada con la mayoría de las plantas. Esta técnica las hace ponerse rígidas, lo cual resulta muy práctico para hacer los ramos. El inconveniente de la rigidez es la mayor fragilidad que lleva asociada.
Glicerina:
Consiste en reemplazar el agua contenida en la planta por glicerina. Especialmente recomendado para secar hojas y algunas flores como hortensias.
Con un cuchillo, hacer unos cortes en los tallos para que absorban bien la glicerina y aplastarlo con un mazo. Luego mezclar un volumen de glicerina con dos de agua hirviendo y meter los tallos sumergiéndolos en esta mezcla unos 15 cm. A medida que la glicerina penetre en los tallos las flores cambiarán de color. La duración de esta operación, depende de cada flor.
En general unas cuatro semanas estarán bien para completar el proceso de secado.
Una vez secas las flores, se procede a retirar las flores del recipiente y sellarlas con cera.
Luego se colocan las flores boca abajo en un lugar sombrío por unos cuatro días para que la glicerina llegue hasta el ápice de la planta.
Con este tratamiento, las flores presentarán un aspecto satinado y conservan su forma y elasticidad. Todas las hojas adoptan un color pajizo.
Al Agua:
Este método solo sirve para las hortensias. Se colocan en un vaso 10 cm de agua y se ubican en un lugar aireado y sombrío. Una vez que el agua se evapora finaliza el proceso (cerca de tres semanas).