Hay bastantes creencias sobre lo que ocurre al llegar a ciertas edades, pero éstas no son del todo ciertas. Por lo general lo que ocurre es que se generalizan y se tiende a pensar que le ocurre a todo el mundo pero no es así.
Algunos mitos:
- El coito ya no es placentero: Falso. Lo que sí es cierto es que la frecuencia de las relaciones sexuales va disminuyendo. No obstante, la persona que ha sido activa sexualmente de joven también lo suele ser en esta etapa.
- En los ancianos son frecuentes los problemas de salud mental: Falso. En general, en esta etapa se dan menos problemas psicológicos que en el resto de los grupos de edad. Aunque algunos problemas psicológicos concretos (demencia, delirios y trastornos de sueño) son más frecuentes.
- Los problemas de alcoholismo son frecuentes: Falso. Ni el alcoholismo ni el consumo abusivo de otras sustancias se asocia a la edad. Es más, algunos estudios incluso concluyen que durante la vejez se cuenta con menos hábitos perjudiciales para la salud que en otras edades de la vida. Es verdad que realizan menos deporte, pero los jóvenes y los adultos beben y fuman más que los mayores.
- Tienen muchas incapacidades que les obligan a depender de los demás: Falso. El nivel de independencia de las personas mayores, al menos en España (1992), es bastante alto; así se refleja en estos datos: de cada diez ancianos entre 65 y 70 años, solamente uno necesita ayuda para realizar actividades de la vida cotidiana; entre 70 y 75 años, dos, y entre los 76 y los 80, tres. Sólo después de los 80 años, un porcentaje alto de personas necesita ayuda en su vida cotidiana.
- Son “como niños”, no son capaces de aprender, son muy rígidos y unos cascarrabias: Falso. Esta imagen negativa es mantenida por muchas personas, sobre todo, por las mujeres, por los mayores y por las personas de clase social y nivel educativo bajo. Sin embargo, es completamente errónea: ¿acaso toda persona que cumple 65, recibe de golpe este “lote”?. Esto es reflejo de una generalización. La vejez como cualquier etapa tiene sus matices, y no se puede generalizar; y, claro que son capaces de aprender, son tan responsables como los jóvenes y pueden mantener amistades.