¿Qué es la hiperactividad?
La hiperactividad es una ligera disfunción cerebral. No es un trastorno grave desde un punto de vista orgánico, y tampoco tiene que ver con su nivel de inteligencia, pero altera seriamente la vida del niño. Parece que existe un factor hereditario, y diversos estudios han demostrado su relación con problemas en el embarazo como la amenaza de aborto, el estrés durante la gestación o sufrimiento fetal leve durante el parto.
¿Cuándo aparece?
Durante el primer año, los bebés hiperactivos suelen dormir mal. Hablan y caminan muy pronto y su comportamiento es un poco agitado.
A partir de los 4 o 5 años es cuando aparecen las manifestaciones más claras: no atienden , no escuchan, no hacen caso ni obedecen…. Su inquietud les impide tener un comportamiento adecuado en la escuela y casi siempre les enfrenta a sus compañeros: los niños no quieren jugar con un amigo que les pega y molesta.
También es frecuente que tenga mala caligrafía, cojan mal el lápiz y les cueste enormemente seguir las normas. Aunque pueden realizar muy bien las tareas que más le gustas (dibujo, música…) siempre lo hacen de una forma desordenada e impulsiva.
La mayoría de los niños hiperactivos padecen fracaso escolar y en bastantes ocasiones ese es el motivo por el que los padres se plantean la posibilidad de consultar con el médico. Una vez confirmado el diagnóstico, es imprescindible la coordinación entre padres y educadores.
Los síntomas
Son niños “difíciles”. No paran, les cuesta concentrase, no son capaces de entretenerse más de 5 minutos, no controlan bien su motricidad (se caen a menudo, tropiezan…) y muchas veces manifiestan una conducta agresiva y antisocial.
Para los padres, es difícil conseguir que les obedezca o que les atienda, y los maestros rara vez consiguen que permanezca atento en clase. Para colmo, este problema no se suele diagnosticar fácilmente pues en muchas ocasiones se achaca a una educación inadecuada o a un medio familiar problemático.
Ante estos síntomas, conviene acudir al neurólogo infantil quien, tras realizar un estudio en profundidad, podrá establecer si se trata o no de un síndrome de hiperactividad y el grado en que se encuentra.
Cómo actuar
Los padres deben recibir pautas concretas para tratarles. Los expertos recomiendan las siguientes:
- Hay que ser comprensivos con él, conscientes de que se trata de una enfermedad: él no puede evitar su comportamiento. Los padres deben adaptarse a él, actuando según sus reacciones, sin intentar que cumpla las normas que sabemos de antemano no va a cumplir.
- A veces pueden estar horas y horas jugando o haciendo una misma actividad, y los padres deben aprender a entretenerle con esas actividades que le gustan.
- Hay que evitar situaciones conflictivas (ir al supermercado, pues querrá cogerlo todo).
- Las amenazas y castigos no surten el efecto que en los demás niños. Ellos no entienden por qué nadie quiere jugar con ellos, o por qué les regañan constantemente. Hay que ser conscientes de que carecen de los recursos para corregir las conductas que no gustan a sus padres, hermanos o compañeros.
- Ayúdale a concentrase ofreciéndole juguetes de uno en uno y procurando un espacio tranquilo y sin ruidos fuertes. Uno de los problemas que tienen los niños hiperactivos es que le influyen por igual todos los estímulos, por eso cuanto menos haya a su alrededor, más fácil le resultará concentrase.
- Como les cuesta más de lo normal aceptar las novedades, prepárale con antelación de manera que no se sienta desconcertado ante los cambios.
- Cuida su dieta. Sabemos que los productos con aditivos, colorantes o espesantes pueden agudizar su hiperactividad.
Trucos si se porta mal
Los psicólogos recomiendan actuar así cuando el niño se porta especialmente mal:
- Sin dramatizar, conviene multarle cuando el niño no cumpla algo que os habéis propuesto, por ejemplo, quitándole un privilegio que le satisfaga especialmente.
- En cambio, hay que recompensar los logros y comentarlos con la gente delante de él.
- Si su comportamiento es muy inadecuado, conviene sacarle del contexto para que el pequeño razone y haga un esfuerzo por comportarse.