HOMBRE: LA PATERNIDAD SE EJERCE CON PRESENCIA
Ausencia del padre
En lo que a psicoanálisis Freudiano se refiere al conflicto emocional que se da en la infancia, cuando todo ser humano, niños o niñas, sienten atracción sexual subconsciente por el único ser del sexo opuesto con el que más cercanía tienen, el padre o la madre, sintiendo hacia el otro, en el caso de las niñas, la madre y en el caso de los niños, el padre, una rabia u odio también inconsciente. Este periodo dura aproximadamente los primeros seis años de vida del niño, como parte de la etapa fálica del desarrollo de la libido.
Bajo mi punto de vista, ahora todo ha cambiado, es difícil, tener estas vivencias, si lo que tienes es un padre ausente, y esta ha sido la tendencia, la ausencia física, del padre trabajador, que se desarrolla plenamente en su faceta profesional, y que huyendo del modelo de dominación, en el plano emocional ha pasado de ser un padre dominante y autoritario, a no ser nada.
Se ha pasado de tener un modelo claramente definido en lo emocional (que en ningún momento defiendo), un padre autoritario, a un modelo vacío, con esto me refiero a que el antiguo modelo, obsoleto, no ha sido reemplazado, en muchos casos, por modelos más adaptativos para la nuevas situaciones familiares que se están dando en la actualidad, generando jóvenes inmaduros en su identidad masculina, e hijas y parejas sin un modelo de referencia de varón adulto con el que puedan contar.
En la actualidad se tiene la necesidad de un nuevo modelo de masculinidad, que si, está naciendo, pero lentamente, que lleve bajo el brazo una nueva manera de ejercer la paternidad, la crianza compartida, la crianza responsable.
Para ello es necesario un lugar específico del padre en la crianza, ese lugar que ahora no tiene, en la mayoría de los casos, y no un lugar desde donde ejercer la autoridad, ya que volveríamos a cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado, sino un lugar desde donde ejercer una crianza de cuidado, de intimidad emocional con los hijos, un lugar desde donde pasar tiempo y despertar poco a poco ese instinto que al fin y al cabo es el que guía en el proceso de crianza y cuidado de los hijos.
Por todo esto y más, pienso que el complejo de Edipo ha sido cerrado por falta de padres, como índica Sergio Sinay en uno de sus artículos.