La agresividad al hablar
Empiece a hablar de forma directa y firme (que no impositiva).
Puede usar frases como: “deseo que…”, “opino que…”, “quisiera que…”
Respecto a los mensajes que envía con el cuerpo
Si suele mantener la mirada fija, usar gestos amenazantes, mantener la cabeza y los hombros hacia atrás y tronco derecho (estilo “gallo” de pelea), y moverse de forma que invade el lugar del otro, cámbielos.
Para ello le comentamos lo que puede hacer:
- manténga el contacto ocular, pero no continua, ni intensamente
- no emplee gestos amenazantes
- conserve la cabeza alta, pero no echándola hacia atrás (es un gesto que añade hostilidad a su comportamiento)
- mueva su cuerpo sin invadir el espacio personal del otro
Si tiene un estilo de comunicación agresivo, a menudo estará violando los derechos que todas las personas tienen.
Así que es bueno que conozca estos derechos, para que pueda respetarlos en sus relaciones (en los demás) o defenderlos (en usted mismo).
Tienes derecho a:
- fallar
- rectificar
- decir “no”
- a decidir por ti mismo, sin seguir los consejos de los demás
- quejarte por un trato injusto
- solicitar apoyo
- expresar tus emociones (dolor o alegría)
- tener tus propias ideas o creencias
- exigir tus derechos
No viole los derechos de los demás.
Piense en que la conducta agresiva quizá puede ayudarle a conseguir sus objetivos, pero sólo a corto plazo, y casi siempre sus consecuencias son tan negativas, que ponen en duda su validez (humilla a los otros, dañando las relaciones).
Ensaye conductas eficaces en una situación concreta. No es fácil cambiar el estilo de comunicación que tiene en las diferentes situaciones de un día para otro.