Una incógnita por despejar
El periquito australiano procede originariamente de Australia y debido a la facilidad con que procrean y a su relativa alta resistencia física se extendió por el mundo como ave de compañía.
Su promedio de vida es de unos doce años, durante los cuales atraviesa por varias etapas, cada una con características que pueden detectarse a simple vista en aquellos ejemplares que no son albinos o claros, ya que en ellos no se dan los rasgos que determinan la edad.
Existen varios métodos para descifrar la edad de estas aves, el más popular toma en cuenta las plumas de la parte superior de su cabeza, donde si es joven tendrá marcas negras que le llegan hasta la nariz, pero si es adulto tendrá la frente despejada. Otro método hace referencia a los ojos, el plumaje y la membrana de cera que cubre los orificios nasales, que en la infancia es de color indefinido: blancuzca, rosa, morado muy claro. Los ojos constituyen una mancha negra, excepto en los albinos que los tienen rojos. El plumaje es poco vistoso y la cola es corta.
El principal rasgo de la infancia y juventud de un periquito australiano está en las plumas que le cubren la cabeza que son onduladas con puntas negruzcas y se unen para formar rayas que les llegan hasta la cera. Esta recomendación no es válida para el periquito albino o de color claro, porque carece de ellas. En la adolescencia el color de la cera empieza a definirse y en los bordes de los ojos despunta un círculo blancuzco, aunque este rasgo no es determinante en pájaros de color claro, en los que puede que nunca aparezca este círculo. El plumaje asume un color más vivo y las plumas onduladas de la frente empiezan a desaparecer. Durante la juventud el color de la cera se define. En la madurez la circunferencia blanca de alrededor de los ojos se convierte en una verdadera pupila, el plumaje es de color brillante y las plumas de la cabeza pierden las rayas, unificándose en un mismo color. En la vejez la cera ha perdido el color y se reseca, adquiriendo un aspecto leñoso, la pupila de los ojos disminuye su tamaño notablemente, el plumaje pierde su brillo y asume un color sucio.
¿Macho o hembra?
Despejada las edades de la pareja hay que identificar si son macho o hembra para dar inicio al proceso de reproducción, porque muchas veces las parejas están conformadas por miembros del mismo género. Menos mal que el método es bastante sencillo, porque el macho tiene su nariz azul, mientras que la hembra la tiene marrón. Esta distinción es válida para aves de colores azul o verde, pero en aquellos casos de periquitos de color amarillo, blanco o arlequines: el macho tiene la nariz rosa, mientras que la hembra sólo adquiere la tonalidad marrón durante la época de cría.
Si se desea que la familia crezca es necesario que la pareja se sienta atraída, porque puede ocurrir que aunque la pareja esté formada no críen. En este caso se les puede estimular, introduciendo en la jaula una segunda pareja, cuya presencia generará celos y se agregará otro nido para que no haya disputa entre las hembras. En una jaula espaciosa pueden convivir dos parejas criando, porque cada hembra domina en su nido y respeta el nido de la otra.
La jaula para la cría debe acondicionarse con un nido de madera de base rectangular, con un orificio circular y una tapa corrediza. Se acondiciona con algunas ramitas de palo seco. Algunos criadores se oponen a que se complemente el nido con algodón, tela, papel, ya que la hembra suele sacarlos del nido. El macho entra y sale frecuentemente del nido durante los primeros días, mientras la hembra pone los huevos (4 a 10) y empezará a incubarlos y no saldrá sino para hacer sus necesidades o para comer algo.
Incubación y crecimiento
La incubación dura de 15 a 20 días y cuando la cría rompe en cascarón están desnudos, sin plumas pero su aspecto cambia con rapidez, ya que su pequeño cuerpo se cubre de una pluma fina y comienza a abrir los ojos a partir de una a dos semanas después de haber abandonado el cascarón. Poco a poco se le caen las plumas finas para dar paso a un plumaje más fuerte y colorido. Durante la puesta y la incubación es necesario no molestar a la hembra, porque se corre el riesgo de que abandone el nido o saque a la cría del nido. Si se desea supervisar el nido, debe hacerse rápidamente cuando la periquita sale a comer.
En esta etapa la madre se encarga de alimentar la cría ayudada, algunas veces, por el padre que, en caso de que la madre muera antes de que los polluelos estén en condiciones de salir del nido, le corresponderá alimentarlos. Después del primer mes de vida, los periquitos sentirán curiosidad por el mundo exterior y comienzan a acercarse a la abertura del nido. De la comida que el macho le da a la hembra, una parte la regurgita a los polluelos. Mientras la cría no tiene plumas no debe ser tocada por mano humana. Se recomienda cambiarles el agua cada día. En la medida que crecen están en condiciones de consumir los alimentos preparados para periquitos australianos.
Alimentación
La salud del periquito se debe a su alimentación, por ello la dieta debe ser variada, pero en ella no debe haber cabida para restos de comida humana. La base de la alimentación de esta ave está compuesta de cereales y semillas, generalmente mijo blanco (40%), alpiste (40%) y avena (20%). También puede ofrecérsele “panizo” o mijo blanco en rama, verduras frescas como la lechuga que les agrada mucho cuando están criando, espinacas, acelgas, escarolas, frutas frescas. La verdura se le ofrece en hojas limpias y secas para evitar que les de diarrea. Mientras crían se les deben dar “pasta de cría”, un poco de calcio para la cáscara de los huevos en forma de barritas de cal que se cuelga en los barrotes de la jaula y complejos vitamínicos que se agregan en el agua del bebedero.
Para el bienestar de la cría y de los padres la jaula debe colocarse en un lugar tranquilo, donde los pájaros reciban el iluminación, pero nunca directamente al Sol. No deben llegarles corrientes de aire ni humedad excesiva. De noche, la jaula deberá estar situada en un lugar tranquilo y oscuro. Aunque no es recomendable no existe ningún problema en mover la jaula constantemente de un lado a otro.
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