Las hojas aterciopeladas de un rojo borgoña permiten que el coleo otorgue un toque muy especial a cualquier rincón de su casa, especialmente si se trata de un lugar con muy buena iluminación para mantener el colorido del follaje.
Si es pleno sol, mejor. Durante el verano riegue la planta a fondo y, por lo menos una vez a la semana, someta a su ejemplar a una sesión de riego por inmersión que consiste en colocar la maceta dentro de otra más grande llena de agua.
La humedad es otro factor importante, por eso es necesario pulverizar el ejemplar, sobre todo cuando las temperaturas son altas.
Con respecto al suelo, prepare una maceta con un sustrato arenoso-calizo rico en humus o bien utilice un compuesto para macetas. Para reproducir esta especie, recurra a los esquejes, que generalmente se obtienen de la planta durante la primavera. Para enraizarlos, colóquelos en agua dentro de un recipiente oscura. Otra alternativa es plantarlos en un compuesto para semillas.
Dentro de la familia de los coleos existen muchas variedades. Sin embargo, las más populares son el coleo blumei, de crecimiento vertical y hojas de gran tamaño, y el coleo pumilus, de tallos inclinados.
Un invernadero en casa
Se fabrican fácilmente con bolsas de plástico dentro de las cuales se colocan las plantas y luego se cierran bien. No deben permanecer así más de una semana.
Jamás deben dejarse las bolsas expuesta al sol directo. Se produciría un exceso de condensación que pudriría la planta.
Antes que nada riegue en abundancia la planta y clave alrededor palillos altos o cañas de bambú que sobrepasen la altura de la planta. Esto es para que el plástico no toque las hojas.
Introduzca la maceta así preparada en una bolsa de plástico bastante grande debe cubrir completamente la planta. Enseguida cierre la bolsa y séllela con cinta adhesiva de esta manera la humedad que se desprenda será reabsorbida por la planta.