BEBÉS: POSTPARTO
Las primeras semanas tras el nacimiento del bebé pueden ser excitantes, aunque la mujer ha de controlar su evolución tras el embarazo y el parto y el modo en el que se adapta a sus nuevas tareas.
Tras el nacimiento de un bebé muchas mujeres se encuentran eufóricas. Sin embargo, otras tienen sentimientos encontrados y confusos hacia el recién nacido. Algunas se encuentran francamente agobiadas ante la responsabilidad de hacerse cargo del recién llegado. La madre se ve también desplazada como centro de atención y cuidados que se trasladan ahora al recién nacido.
El cariño por el bebé no se desarrolla de golpe, sino que es preciso un periodo de adaptación que varía de una mujer a otra. Al cabo de algunos días, la madre ya conoce y reconoce a su bebé. A las pocas semanas, lo entiende.
FACTORES DE RIESGO
El agotamiento, el cansancio provocado por el parto y el sueño atrasado sumados al cuidado del pequeño, también hacen sentir sus efectos en el estado de ánimo de la mujer sobre todo si, entre otros:
* se ha tenido un parto difícil
* se ha estado separada del bebé; porque éste estuvo hospitalizado
* se carece de apoyo familiar
* el bebé es de temperamento difícil
* se tienen dificultades con la lactancia
* se reciben opiniones confusas y contradictorias acerca de la crianza
DEPRESIÓN POSTPARTO
Algunas mujeres, pasados unos días, se encuentran cada vez más tristes, con ganas de llorar por todo y con sentimientos negativos acerca de su propia capacidad de amar y cuidar al bebé. Esto es lo que se llama depresión postparto.
En ocasiones puede llegar a ser una depresión en toda regla y requerirá tratamiento psiquiátrico. Otras veces este estado de ánimo será más leve y transitorio y se superará con la ayuda de la pareja y el paso del tiempo.
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A la mujer a veces le resulta difícil explicar los sentimientos depresivos y tropieza con la incomprensión de los demás: ¡pero si tienes un hijo precioso! ¡pero si tienes todo lo que podrías desear: una casa estupenda, un marido que te quiere, un bebé sano!, etc…
Estar deprimida supone una gran dificultad para adaptarse a las necesidades del bebé, que exige cuidados y dedicación día y noche. Las mujeres que han tenido depresión anteriormente o algún otro trastorno psicológico, tienen más predisposición a padecer depresión postparto.
Como medida preventiva ante una posible depresión postparto, lo mejor es que la mujer descanse siempre que lo necesite y que no se sienta abrumada por los acontecimientos de los primeros momentos tras su vuelta a casa. La ayuda de la pareja y de terceras personas es fundamental para recuperarse anímica y físicamente, pero sin tratar de imponer un ritmo determinado de tareas.
¿Qué son los entuertos?
Son los dolores que se producen tras el parto debido a la contracción del útero para volver a su posición habitual en la pelvis.
Se originan como respuesta fisiológica normal para reducir el sangrado genital mediante la contractura del músculo uterino. De este modo se consiguen cerrar las venas que nutrían a la placenta cuando estaba inserta dentro del útero durante la gestación.
Tras el nacimiento del bebé, el útero tiene una forma redondeada y una mayor consistencia debido a que se está contrayendo. Mide unos 18 centímetros de largo y pesa alrededor de 900 gramos. Con el paso de los días, el útero va reduciéndose hasta alcanzar su tamaño y peso normales.
Los entuertos pueden ser más dolorosos a partir del segundo parto, ya que la musculatura uterina está más flácida. También son más intensos y frecuentes durante la lactancia materna, ya que la succión del niño provoca la liberación de oxitocina, una hormona que estimula las contracciones uterinas y de los conductos de canalización de la leche dentro de la mama, propiciando la “subida de la leche”.
El dolor suele desaparecer al cabo de 5 o 6 días. En caso contrario hay que acudir al médico para que realice una exploración y determine si existe o no alguna anomalía en el útero.
La transformación total del útero no culmina hasta unas seis semanas después del parto. La mejor prueba de que el útero ha vuelto a su estado original es que la mujer deja de notarlo cuando presiona el abdomen por debajo del ombligo.
Menstruación
La menstruación suele reanudarse a partir de la séptima semana después del parto, cuando la mujer no da el pecho a su hijo.
Si la mujer decide amamantar al bebé, la regla puede retrasarse unas semanas o, incluso, unos meses más. En ocasiones no suele tenerla hasta después del destete.
La ausencia de menstruación no significa que la mujer no sea fértil, ya que puede ovular. Si no se utiliza algún método anticonceptivo, puede volver a quedarse embarazada sin haber llegado a tener ningún periodo menstrual.
FUENTE: http://www.elbebe.com