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El relato sobre nuestros orígenes [31-05-2020]

 

Sabemos que tanto chimpancés, chimpancé común, como bonobos, chimpancé pigmeo, comparten con nosotros el 98,75 % de su Genoma. Por suerte o por desgracia, la especie que antes se descubrió y de la que más estudios se han realizado, ha sido la del chimpancé, y no tanto los bonobos, lo cual ha condicionado enormemente el relato que hemos elaborado sobre nuestros orígenes y sobre nuestro funcionamiento como especie.

 

Chimpancés y bonobos se separaron de un ancestro común hace poco más de un millón y medio de años con la formación del río Congo, que les separo geográficamente provocando una diferenciación de las dos especies, pero también por la divergencia del comportamiento cultural propio, principalmente.

 

Del chimpancé son propias las conductas agresivas y territoriales, la jerarquía es rígida y vertical, se establece entre machos con o sin alianzas, con un macho dominante como denominador común. Siendo omnívoros, cazan y prefieren la carne. Son habilidosos, crean y utilizan herramientas para obtener recursos y sobrevivir. Son agresivos y hasta cierto punto xenófobos, llegando al extremo de matar a miembros de otros clanes vecinos. El juego es casi exclusivo de la infancia. El sexo es practicado casi exclusivamente con una función reproductora. Las hembras cuidan a sus hijos con una concepción de familia “restringida”, en una red social más bien simple. Se trata de una sociedad competitiva donde los problemas se resuelven mostrando el poder, donde se potencian los comportamientos violentos, egoístas y crueles para conseguir objetivos. Estos primos nuestros representarían, en cierta forma, la inteligencia tecnológica.

 

En cuanto al bonobo, le caracteriza una conducta pacifica, una gran actividad sexual, donde el sexo es usado como regulador del estrés, de forma semejante a como nosotros usaríamos el humor o los chistes para romper el hielo. Su jerarquía es fluida y cambiante, se organiza en torno a coaliciones de hembras con una cierta cultura de la tolerancia. Siendo omnívoros, prefieren la fruta y los vegetales. No dependen tanto de herramientas para sobrevivir, pero las crean y utilizan en función de la necesidad. Tienen inclinación por mantener la paz incluso entre distintos grupos o clanes. El juego es un elemento importante de cohesión social y se practica a menudo a cualquier edad. En cuanto al sexo son promiscuos, lo practican en múltiples contextos, no solo a nivel reproductivo; lo utilizan muy a menudo para prevenir conflictos o para reconciliarse. Las hembras tienen el instinto de cuidar no sólo a sus hijos, sino que son excelentes tías o abuelas. Establecen una red social mucho más compleja que la de los chimpancés, donde se potencian los comportamientos compasivos, empáticos, altruistas y pacíficos, donde se resuelven los problemas de poder practicando sexo. Su sociedad es de tipo colaborativo. Los bonobos, en cierta forma, serian los representantes de la inteligencia emocional.

 

Aunque sigue habiendo más estudios relativos al chimpancé, quizá por su mayor número, por su mayor presencia en diversos hábitats y por haberse descubierto antes; en los últimos años se han realizado más estudios con los bonobos, lo que podía ayudar a corregir esa imagen estereotipada de nuestros ancestros asociada a la agresividad, a la maquinación jerárquica, a las disputas encarnizadas, a la dominancia de los machos. Tal vez nos muestran una visión de que hay más flexibilidad en nuestro linaje de los que pensamos, tal vez el descubrimiento del dominio colaborativo, pacifico y sutil, ejercido por las hembras, y su cooperación entre hembras no emparentadas, puede que nos muestren como pudieron ser las cosas en los albores de la humanidad, del amplio rango de comportamientos posibles.

 

Me queda una pregunta que lanzar al viento…¿Qué queremos ser, chimpancés o bonobos?

 

Buen día a tod@s!!!

 

Os quiero Bandid@s!!!

“El comportamiento de este pariente cercano del ser humano, el bonobo, pone en tela de juicio las teorías sobre la supremacía masculina en la evolución de nuestra especie.” Frans de Waal

Os dejo con ocho minutos de piano femenino a las manos de Alice Coltrane, excelente organista, arpista y pianista. La primera y casi la única en introducir el arpa en el mundo del jazz, en este tema toca el piano con manos de organista en algunos momentos. A mi me da paz y me encanta…” Turinya & Ramaskrishna”…ya suena…

el-pinche-feliz

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