Su nombre deriva de la palabra latina “salvere” que significa curar o salvar.
Esta hierba tuvo gran reputación entre los chinos, persas y romanos, los que le otorgaron a través de la historia propiedades curativas y poder de aumentar la longevidad.
La infusión de las hojas de Salvia tiene propiedades digestivas y antisépticas.
Características:
Tallo cuadrado, verde con finas vellosidades. Las hojas son de color verde-grisáceo, aterciopeladas, con las nervaduras muy marcadas en el envés; muy aromáticas.
Se recomienda recoger las hojas justo antes de la floración. Su aroma y sabor se intensifica cuando se seca, por lo tanto utilizar menor cantidad de la hierba seca.
En cocina:
Se utilizan las hojas frescas o secas, para condimentar carnes, salsas, cremas y quesos. También se las puede preparar rebozadas y fritas.
Combina muy bien con sabores fuertes, agregadas a carnes grasas mejora su digestión.
Afinidad con otros condimentos:
Romero, tomillo, orégano, laurel y perejil.
Conservación:
Fresca: en bolsas de plástico en el refrigerador se conservan varios días.
Seca: en recipientes herméticos al abrigo de la luz.
Nombre científico:
Salvia officinalis
Inglés:
sage