Selenio y salud
Las personas que corren un riesgo mayor de sufrir déficit de selenio son las que llevan una dieta poco equilibrada: los mayores, quienes hacen régimen constantemente y, sobre todo, los fumadores. Algunos expertos aseguran que un suplemento de selenio mejora el humor.
El selenio es un oligoelemento (micronutriente), lo que significa que sólo existe en cantidades muy pequeñas en los alimentos. Principalmente, se encuentra en los espárragos, champiñones, nueces del Brasil, cereales, pescado y ajo.
Cantidades bajas de selenio en el organismo están relacionadas con una mayor incidencia en casos de cáncer y con una falta de antioxidantes en el hígado, el corazón y los músculos, lo que puede provocar la muerte de los tejidos y la disfunción de los órganos. Los lactantes prematuros y los adultos que reciben nutrición parenteral sin suplemento de selenio, corren el riesgo de desarrollar lesiones cardíacas y musculares.
Imprescindible
En estos casos, el tratamiento con un suplemento proporciona una recuperación completa. El hecho de que la dieta actual contenga tan poco selenio podría explicar la alta incidencia de casos de cáncer en los países industrializados. El selenio es una parte indispensable de la defensa inmunológica y tiene una serie de funciones importantes como es proteger las células de los radicales libres, aumentar la producción de glóbulos blancos o neutralizar el efecto de los metales pesados.
Un estudio llevado a cabo por científicos americanos demostró que una aportación diaria suplementaria de 200 microgramos de selenio reduce la mortalidad por cáncer. Al inicio del estudio, se trataba de comprobar si prevenía el cáncer de piel pero se demostró que no tenía tal efecto. En cambio, se observó una reducción de otros tumores.
Anticáncer
En concreto, disminuye considerablemente la incidencia de cáncer de próstata, colorrectal y pulmón. Aún es pronto para recomendar su consumo generalizado, por lo que se suele aconsejar el abandono del tabaco, comer mucha fruta y verdura y hacer ejercicio. Los suplementos de minerales que contienen selenio suelen estar mezclados con vitaminas E y C, que parecen actuar contra el cáncer de forma conjunta con el selenio por su poder antioxidante. También aparece mezclado con otros oligoelementos, como el zinc.
Desde hace bastante tiempo, también se utiliza el selenio para el tratamiento de problemas de la piel, y, sobre todo, capilares. Existen en el mercado diversos champús con selenio.
Niveles óptimos
Los niveles de selenio se conocen a través de muestras de las uñas. Este análisis es más fiable que el obtenido de otras muestras como la sangre. La cantidad idónea oscila entre los 700 y 800 microgramos por kilo. Un estudio realizado en Cantabria por el Insalud mostraba que los niveles de la población se encontraban muy por debajo, menos de 500 microgramos por kilo.
Un consumo excesivo de selenio también puede acarrear problemas de salud. Las dosis recomendadas se sitúan entre 50 y 200 microgramos diarios. Sobrepasar esta cantidad puede conllevar los siguientes efectos nocivos: pérdida del cabello y de las uñas, vómitos, nauseas y fatiga.
El sudor, tras un esfuerzo prolongado – cuando se practica algún deporte, por ejemplo- conlleva la pérdida de líquidos y microelementos que es necesario reponer. El selenio, junto con otros compuestos como el sodio, potasio, fósforo, calcio, magnesio y zinc, hacen que el rendimiento sea óptimo. El calcio o el magnesio favorecen la contracción de los músculos y el zinc o el selenio ayudan al tejido muscular. Una carencia de estos elementos hace que se eleve el riesgo de sufrir lesiones por sobrecarga y roturas de las fibras musculares.