Qué es la Regresión
Un notable número de personas experimenta estados emocionales negativos (ansiedad, depresión, estrés, miedo, bloqueo…) que limitan seriamente su existencia y a los que no se encuentra explicación racional. Habitualmente se llega a la conclusión —casi siempre con ayuda terapéutica— de que tales estados tienen sus orígenes en acontecimientos ocurridos en el pasado, pero en bastantes casos las causas permanecen inaccesibles a la memoria de los individuos en su estado de conciencia habitual de vigilia.
Por lo tanto, los terapeutas de las más variadas disciplinas, corrientes y épocas han buscado la forma de recuperar el recuerdo o revivir la experiencia de tales hechos, con la esperanza de hallar las claves que permitan superar o evitar sus consecuencias indeseables. En realidad no se trata de una sola técnica, sino de un nutrido grupo de ellas, que se conocen en conjunto como técnicas de regresión.
Puesto que los recuerdos buscados no se encuentran en el estado habitual de vigilia, todas las técnicas de regresión inducen un cambio en el estado de conciencia del individuo; las diferencias consisten en la forma en que se induce este cambio, que a su vez determina la clase de cambio que se produce. Podemos enumerar, entre otras técnicas de alteración de la conciencia: el trance hipnótico, la relajación profunda, la hiperventilación o la visualización.
¿A qué etapa se regresa?
Como se ha dicho, la finalidad de todas las técnicas de regresión es hallar en los eventos pasados las claves que nos permitan superar o evitar las consecuencias negativas de los mismos, que se siguen experimentando en el presente. Pero tan pronto como se menciona la palabra pasado aparecen las diferencias entre las diversas técnicas.
Dependiendo de la formación y creencias de los distintos terapeutas (y sujetos), el pasado de un individuo incluye áreas de experiencia muy dispares: unos solo reconocen el pasado biográfico del individuo, que se remonta hasta el instante preciso de su nacimiento; otros asumen, además, un pasado prenatal, en la etapa de vida intrauterina; un tercer grupo postula la reencarnación, una secuencia de vidas en el plano físico experimentadas por una misma entidad, secuencia interminable hasta que se alcanza la iluminación; finalmente podemos encontrar terapeutas que nos hablan de un fondo de experiencias accesibles a toda la Humanidad, que conformarían el inconsciente colectivo de que hablaba Jung.
Como es natural, según sea el concepto de pasado que asumamos, los contenidos que afloran a la conciencia en una sesión de regresión se pueden interpretar de muy diferentes maneras. ¿Se trata de oscuros e incomprensibles recuerdos de nuestra temprana infancia? ¿De traumas prenatales o perinatales, acaso sufridos en el canal de parto? ¿Serán recuerdos latentes de nuestras vidas pasadas? ¿O quizá son imágenes simbólicas emergidas desde lo más profundo de un ancestral y ubicuo inconsciente colectivo?
Tal disparidad de interpretaciones no debiera afectar a la validez de las técnicas, mientras no confundamos cuál es su verdadera finalidad; no se trata de recordar la infancia, ni el útero materno, ni el instante del nacimiento, ni explorar las vidas pasadas, ni experimentar el pasado evolutivo de la especie: se trata de encontrar la solución a nuestro malestar y, afortunadamente, sea cual sea la interpretación de los contenidos que asuma el sujeto de la regresión, la experiencia en sí misma es casi siempre útil para dicha finalidad.
El método Christos
El método Christos para realizar las sesiones de regresión, proporciona una expansión de conciencia sin inducir trance alguno. La alteración de conciencia se logra mediante la relajación y la visualización, primero guiada y después, libre.
El sujeto accede de esta forma a una conciencia dual: se experimenta a sí mismo en una situación ajena a su presente y, simultáneamente, se percibe tendido en el futón, con su terapeuta. Relata su experiencia conforme se va desarrollando, siendo actor y espectador al mismo tiempo, y retiene totalmente el recuerdo de lo experimentado cuando se termina la sesión.
La diferencia más importante del método Christos sobre otros es la seguridad que proporciona a los sujetos de la regresión, ya que saben que pueden terminar la experiencia en cualquier momento por su propia voluntad. También permite que el número de individuos que puedan experimentar la regresión sea mayor, ya que no todo el mundo es sujeto idóneo ni alcanza el grado de trance necesario para una regresión hipnótica. Por otra parte, la ausencia de sugestión y dirección una vez se ha llegado a este estado de conciencia dual permite presuponer que los contenidos que aparecen en las sesiones son totalmente independientes del terapeuta.
Aplicaciones
Pueden realizarse sesiones de regresión para encontrar solución a los siguientes estados, entre muchos otros:
- Adicciones
- Alteraciones del sueño
- Anormalidades en la conducta
- Ansiedad
- Bloqueos emocionales
- Conducta autodestructiva
- Depresión endógena
- Fobias inexplicables
- Obsesiones
- Pánico
- Transtornos alimentarios
Por supuesto, no es imprescindible tener planteado un problema aparentemente irresoluble para realizar una regresión; también podemos emprender la investigación pura de nuestra propia psique, lo que nos dará inestimables medios para evolucionar de una forma armónica como seres conscientes.