Parar, respirar, observar conscientemente nuestra realidad [08-06-2020]
La vida es como crear un buen plato, cuando utilizamos pocos ingredientes, de calidad, con una elaboración sencilla, ordenada preparación con fundamento y una presentación creativa, minimal, se disfruta más.
En realidad se trata de simplificar, es algo importante, pues todo lo que entra en nuestra vida, en nuestra mente, puede contribuir al desorden físico y emocional, puede acabar drenando nuestro tiempo, nuestra energía, nuestra motivación, Complicarnos la vida en exceso no va a hacer nuestras acciones más valiosas, tan solo añadirá estrés y tensión. Este desorden nos puede abrumar, nos puede envolver en la densa bruma multitarea de lo laboral, lo emocional y lo humano, volviéndonos menos capaces de tomar las decisiones adecuadas, lo que nos puede llevar a añadir, por si fuera poco, más problemas adicionales a los ya existentes.
“Simplificar es la mayor de las sofisticaciones”, dijo Leonardo da Vinci. Pues sí, no es mala idea adoptar como lema esta frase de mi querido Leonardo y tomarnos un poco de tiempo para sacrificar el desorden emocional, producto de la complicación inútil que acumulamos en nuestras vidas.
A veces nos complicamos tanto la vida que olvidamos cuáles eran realmente nuestros valores, nuestras verdaderas aspiraciones, aquello que realmente nos importa de verdad. Pues no estaría de más considerar el comenzar a simplificar eliminando todo aquello que no esté en consonancia con nuestros valores. Es muy probable que nos parezca difícil sacudirnos de encima aquello que nos complica la vida, es muy fácil sentirnos atados, alienados a algo o a alguien, quizá pensemos en lo que perderemos si lo hacemos, pero lo que hay que preguntarse, la verdadera cuestión es qué beneficios nos aportará tal “pérdida”. El espacio que dejen todas esas cosas innecesarias, de las que nos desprendamos, podrá ser ocupado por otras o no, tal vez simplemente dispongamos de más tiempo. lo cual ya es un lujo, es el verdadero lujo.
Puede ser interesante hacer el ejercicio de parar, respirar, observar conscientemente nuestra realidad, reflexionar, pensar que muchos de los problemas vitales que consideramos como tales, en realidad no lo son, que la solución puede ser mucho más sencilla de lo que nos parece, que muchas veces nos empeñamos en tomar el camino más tortuoso en vez del más sencillo. Que todo se complica, aún más, si nos empeñamos en resolver todos los problemas a la vez o si nos ponemos a buscar problemas donde nos los hay. Para qué buscar problemas si ya van a venir solos, además cuando vengan, que pasen de uno en uno, por favor.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
Iba a concluir con este párrafo de una manera esperanzadora, motivadora y positiva, pero cedo el espacio para las palabras de un genio que definen a la perfección lo que quería plasmar, evidentemente muchísimo mejor que yo: «Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.» William Shakespeare
Os dejo con un tema ideal para “parar y ver”…escuchando deslizarse las elegantes notas que resbalan como suave lluvia por el cristal…”Pure Imagination” de Scott Hamilton…calma, belleza, sutileza, elegancia…a por el lunes!!!