LA NARCOLEPSIA
La narcolepsia es un trastorno del sueño que se caracteriza por la somnolencia diurna y repentina. El paciente puede dormirse en cualquier momento y lugar sin poder evitarlo. Esta extraña enfermedad está asociada con una serie de alteraciones del sueño.
Causas
Las posibles causas que originan este raro trastorno aún no se han logrado determinar. Sin embargo se ha demostrado que factores como la menstruación, el estrés, los cambios súbitos del ritmo vigilia-sueño, afecciones como la mononucleosis infecciosa y los traumas, podrían ser los desencadenantes de esta enfermedad que afecta a una de cada dos mil personas.
Los síntomas de la narcolepsia se reflejan en periodos excesivos de sueño, pérdida de las funciones motrices y falta de control del sueño – caer dormido en cualquier lugar- o alucinaciones vívidas mientras duran los periodos de sueño.
¿Cómo afecta a la vida diaria?
Empieza a manifestarse generalmente en la adolescencia o al comienzo de la vida adulta, con mayor incidencia entre los 15 y los 25 años y entre los 35 y los 45 años. Se puede dar en pacientes sin antecedentes de enfermedad previa, y prolongarse durante toda la vida. La situación puede verse agravada por una alteración del horario que provoque insomnio, por las temperaturas altas, actividades rutinarias en complejos cerrados o por la ingestión excesiva de comidas.
Sus efectos, suelen interferir en las relaciones sociales y laborales y pueden reducir drásticamente la calidad de vida llegando a poner en peligro la vida del paciente. A las personas que sufren esta enfermedad, además de seguir un tratamiento, se les recomienda que no realicen viajes largos, que no desempeñen trabajos en los que utilicen máquinas peligrosas y se les aconsejan que procuren descansar durante cortos periodos al día, así como dormir la siesta.
Cataplejia
La narcolepsia puede estar asociada a la cataplejia (o cataplexia), que es la privación severa y repentina del tono muscular sin pérdida de conciencia. Pueden verse afectados un número limitado de músculos o alterar la mayor parte de la musculatura del cuerpo. Normalmente, la cabeza cae hacia delante, los brazos caen hacia los lados y las rodillas se doblan. La duración del ataque es muy variable, puede prolongarse desde unos segundos hasta treinta minutos.
Estos episodios catapléjicos se producen normalmente por las emociones intensas como la risa prolongada, el estrés, la fatiga, las comidas abundantes, el enfado, el miedo o la alegría y, a menudo, por sorpresas o por la realización de movimientos bruscos. De igual forma, los ataques pueden presentarse sin relación con ningún factor desencadenante. Durante los estados catapléjicos intensos pueden darse alucinaciones o sueños aterradores en los que se tiene la impresión real de que algo o alguien está presente; pueden ser de tipo visual, táctil, motor o auditivo.
Enfermedad hereditaria
Numerosos hallazgos recientes han aclarado que el concepto de la narcolepsia tiene implicaciones genéticas y hereditarias. Las personas que sufren esta enfermedad, tienen, hasta en un 35 % de los casos, algún antecedente directo que ha padecido el mismo trastorno.
Sin embargo, estudios realizados, han reportado que la presentación familiar de la narcolepsia no es tan frecuente. Se ha encontrado que los pacientes expresan genéticamente el complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC) específico denominado DR2DQwl, el cual se presenta hasta en un 100 % de las personas con este trastorno, a diferencia de la población general que carece de él.
LOS SÍNTOMAS DE LA NARCOLEPSIA
Cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente (el 10% de las personas afectadas por la narcolepsia presentan todos los síntomas), pero los síntomas más comunes de la narcolepsia, que generalmente comienzan entre los 15 y los 30 años de edad y continúan durante toda la vida, se pueden resumir en los siguientes aspectos.
Somnolencia incontrolable durante el día. El narcoléptico se puede quedar dormido en cualquier momento y en cualquier lugar sin que él pueda controlarlo.
Ataques de sueño que se suceden hasta 10 veces diarias. Estos ataques usualmente suceden después de las comidas pero también pueden ocurrir, cuando la persona se encuentra realizando cualquier actividad de la vida cotidiana.
La cataplejia o cataplexia. Cuando súbitamente se pierde la fuerza en los músculos, como si el paciente quedara paralizado durante un corto tiempo. Esto sucede frecuentemente cuando el sujeto ha sufrido emociones fuertes, tales como enfado, temor, alegría, o por la ingesta excesiva de comida, etc.
Sueños muy reales y pesadillas, sonidos y alucinaciones al comienzo de un ataque de sueño o cuando comienza a despertar.
Parálisis durante el sueño o parálisis del sueño que impide que la persona se mueva cuando se está durmiendo o al despertarse.
El sueño durante la noche es intranquilo, agitado, da vueltas en la cama, presenta espasmos en las piernas, tiene pesadillas o se despierta cada rato.
Alucinaciones hipnagógicas. Imágenes y sonidos muy vívidos y que suelen producir terror al quedarse dormido.
TRATAMIENTO DE LA NARCOLEPSIA
La narcolepsia un trastorno del sueño y como tal se considera una enfermedad que requiere una serie de tratamientos. El estudio específico de la narcolepsia será determinado por el médico del paciente, basándose en factores como la edad, el estado en que se encuentra la enfermedad y la tolerancia a determinados medicamentos del enfermo.
El control de los hábitos de sueño y el consumo de fármacos son dos de las posibilidades que los enfermos de narcolepsia utilizan para combatir los síntomas.
Hábitos de sueño
Una de las posibilidades de tratamiento se inicia a partir de un buen interrogatorio de hábitos de sueño. Se debe enfatizar la necesidad de una buena higiene del sueño, que consiste en dormir adecuadamente, evitando los elementos que favorezcan al insomnio, descansando en superficies o lugares apropiados, así como calculando el tiempo suficiente para un descanso adecuado. Se debe evitar realizar actos pre-sueño que favorezcan el insomnio, como por ejemplo, la ingesta de comidas abundantes o dejar pasar poco tiempo entre la cena y el sueño.
Tratamiento farmacológico
Otra de las posibilidades para el tratamiento de la narcolepsia, es el consumo de fármacos estimulantes. Las anfetaminas o fármacos similares como el metidelfedinato. Cuando lo que ocurre es una cataplejia se usan fármacos antidepresivos tipo tricíclidos o grupos IMAOS (antidepresivos, inhibidores, etc.), sobre todo la clomipramina o la trancilpromina. A menudo hay que hacer una combinación de éstos fármacos.
Pero el objetivo del tratamiento en la narcolepsia es que el paciente permanezca lo más despierto posible durante el día y disminuir los episodios recurrentes de cataplejia utilizando la mínima cantidad de medicamentos posible, ya que estos medicamentos pueden causar contraindicaciones que sean perjudiciales para al paciente.