De vuelta a la realidad [25-03-2020]
Esta noche he dormido poco y bien, ha sido muy reparador para el cuerpo pero también para el alma. Además, he tenido un sueño precioso pero extraño, que sueño no lo es. Combatíamos el virus, y lo vencíamos con otro virus, el del entusiasmo. No sabíamos donde se había iniciado, pero se propagaba de uno a otro individuo inundando las almas de los hombres de esperanza. Sus síntomas eran: fe alta, confianza extrema, tos seca antiobstáculos, expectoración de entusiasmo y bienestar general.
De vuelta a la realidad, me planteo que este sueño es revelador de cómo combatir los efectos psicológicos como individuo y como comunidad. Cada gran sueño comienza con un soñador, a pesar de que si nos enfrentamos a grandes dificultades es difícil entusiasmarse, a pesar de que cuando los grandes problemas entran en nuestras vidas, parece que no podremos hacer nada para evitarlos, es en ese momento cuando es preciso elevarse con las alas del entusiasmo, soltando el ancla de la preocupación excesiva.
Pienso que si tenemos ánimo y entusiasmo, atraeremos ánimo y entusiasmo, ya que la vida tiende a retribuir lo mismo que se le aporta, creo que nuestras acciones inspiraran a otros a avanzar hacia logros significantes, que liberara su impulso para superar obstáculos y agregará importancia a lo que hacemos, que el optimismo nos mejora a nosotros mismos y a quienes nos rodean, que hará crecer la naturaleza humana por encima de sí misma en actos de valentía y heroísmo, que incluso cuando atisbemos que nuestra luz se apaga, ésta se volverá a encender con la chispa de otra persona. Así se transmite el entusiasmo, como una electricidad de la vida, convirtiéndose en uno de los recursos más poderosos y disponibles para nosotros, podría decirse que es un tipo de energía que se aprovecha de nosotros y al mismo tiempo se intensifica mientras la consumimos. Es la fe en algo y el entusiasmo por algo lo que hace que merezca vivir la vida, entre otras cosas. Dicen que los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. Así que, vive tu verdad, expresa tu amor, comparte tu entusiasmo, emprende acciones hacia tus sueños, hacia el sueño colectivo, conversa, baila, canta, abraza tus bendiciones, haz que el día de hoy merezca la pena recordarlo.
Buen día a todos!!!
Os quiero bandid@s!!!
Después de haber empleado once veces la palabra entusiasmo, ¡doce con ésta!, espero que el contagio sea masivo. Y hablando de contagio, hoy os dejo una canción nada transcendental, sin ninguna pretensión ni carga literaria profunda sobre el tema. No, en realidad su importancia radica en su ligereza filosófica, no es más que una versión libre, muy libre, y cachonda del tema de AC/DC, “Back in Black”, de un cachondo y alegre Tomasito, que contagia alegría porque “…en este loco mundo todo puede ser…sabe bien…suena bien…”, pues eso, sin más pretensiones, a disfrutarla.