Las personas soñamos irremediablemente. Además, el sueño cumple unas funciones esenciales para nuestra calidad de vida y satisfacción. Pero ¿puede utilizar estas propiedades a voluntad para mejorar su bienestar? ¿Cómo? Ponemos a su alcance los beneficios de la psicoterapia tradicional.
Todos sabemos que soñar es beneficioso, pero ¿sabemos realmente cómo exprimir a nuestro descanso un máximo provecho? Le exponemos una sencilla dinámica de relajación y fantasía que puede ser realmente beneficiosa para toda persona, y en casi cualquier momento del día.
Pasos previos
Usted despierta un día por la mañana, recodando uno de tantos sueños. Una gran cantidad de imágenes variopintas pueblan su cabeza. En tal caso, le aconsejamos que coja papel y lapicero y anote los elementos esenciales del sueño. Y es que las personas, por razones ciertamente desconocidas, tendemos a olvidar con rapidez lo que soñamos.
Colóquese en una mesa y a gusto. Evoque una escena del sueño y describa con brevedad los objetos o personajes que aparecen. Recupere también cualquier cosa que se le pase por la cabeza; si es absurda o carente de sentido, incluso mejor. Detalle los colores, las sensaciones, los personajes, las cosas, las texturas, las formas… cualquier cosa. Con un breve párrafo basta aunque, si usted lo desea y se encuentra a gusto, puede prolongar esta actividad cuanto desee. Esta es una tarea agradable. Finalmente sitúe el papel en un lugar visible, en donde sea fácil localizarlo.
Inicio de la actividad
Lea con tranquilidad lo escrito, la descripción de su sueño. Hágalo cuantas veces desee, sin prisas, observando con tranquilidad cuantas cosas le vienen a la cabeza. Es importante que no fuerce su mente, déjela libre. Está descansando.
Baje los párpados y reproduzca la situación, los personajes, los colores… intentando dibujar en su mente cuanto su estética le sugiera. Observe su creación, como si de un cuadro expuesto se tratase. Posiblemente se admire de su sensibilidad artística.
Sueñe con los cinco sentidos
Pero, observe, tan solo ha construido una imagen estática, ahora se trata de otorgarle vida, de convertir su pintura en una realidad. Para ello hará un sencillo recorrido por todos sus sentidos.
Comience por la vista. Observe las formas, los colores, las texturas y las luces. Usted puede modificarlo todo. No tema que su fantasía aparezca absurda, cuanto más creativa mucho mejor. Una vez hecho esto, otorgue movimiento a su realidad. Las farolas pueden volverse de color rosa, formar espirales y moverse como árboles al ritmo que marca el viento. Su imaginación posee posibilidades maravillosas. Cambie los rostros y cuerpos de los personajes, otórgueles poderes sobrenaturales… todo vale.
Pero en la vista no se agotan los sueños. Escuchamos conversaciones, olfateamos comidas y las saboreamos, sentimos frío, calor, caricias o dolor. Cada uno de los elementos del sueño tiene un peculiar olor y sabor, y puede disfrutarlos y cambiarlos a su antojo. Las personas pueden mostrarse cálidas y acogedoras. El frío cristal puede oler a menta y saborearse como fresa; alguien habitualmente detestable puede facilitarle un masaje verdaderamente relajante y agradable.
Otras posibilidades
Si así lo desea, un amigo o un familiar puede facilitarle la tarea. En este caso se encargará de ofrecerle diferentes posibilidades para que usted elija la que más le agrade. Por ejemplo, puede decir así: “mira las esquinas de las mesas, pueden volverse afiladas como cuchillos o redondeadas como frutas, pueden ser duras o blandas, estar húmedas o secas”, o cualquier cosa que se le ocurra.
Es posible que nuestras descripciones se conviertan en una historia hermosa. En este caso, es posible que muchas personas se sientan gratificadas escribiendo sus creaciones, es más, puede que incluso estas posean un alto valor estético o creativo. Usted puede, así mismo, narrar en voz baja lo que siente, ve, escucha o saborea –y cualquier cosa que le apetezca-, lo cual posee un verdadero valor terapéutico. Poner palabras a nuestros sentimientos y sensaciones es ciertamente liberador, y sencillamente agradable.
Si la realización de este tipo de ejercicios le supone una dificultad de concentración, puede iniciarlo con una sencilla técnica de relajación.