Tienes una cita importante y debes ir impecable y rompedora. Una vez que te has probado medio armario y tu habitación parece un cajón desastre das con el modelito perfecto para la ocasión. Te miras al espejo, te das la vuelta para evaluarte por detrás y un pequeño desfile para ti misma. Pero…
Te ves genial en casa con los tacones de vértigo en tus pies. Andas un poco hacia el baño y los zapatos no te molestan nada. El vestido permanece en su sitio y si metes un poco la tripa ni te aprieta. Sales de casa y, durante la primera hora, todo marcha bien, el problema viene en cuanto empiezas a notar que la ropa que te has puesto te lleva incordiando toda la noche y que los zapatos no son tan cómodos como creías.
Ir guapa y arreglada empieza a suponer una noche de infierno en donde tu frase más repetida es «me duelen los pies». Se han puesto terriblemente de moda los zapatos estiletos con puntas de vértigo. A ti te encantan, pero llega un momento en que te puede amargar la noche.
La moda puede ser un tanto sufrida
En las pasarelas estamos acostumbrados a ver diseños que sientan bien y que además lucen y favorecen, pero lo cierto es que la moda no siempre es lo que parece. Un desfile dura tan solo 20 min. y el paseo de la modelo, unos 2 min., no es comparable a lo que una puede aguantar una noche entera de pie o bailando. Los zapatos son muy importantes a la hora de salir una noche porque ya se sabe que el tacón alto estiliza la figura pero, ¿hasta que punto compensa ir guapa?
La huida de los cánones de la mujer
La mujer, a lo largo de los tiempos, se ha sentido encorsetada en una serie de prendas que la hacían ser más femeninas. Los corsés, el can-can o incluso las fajas son prendas que vestían a una mujer encasillada en cada tiempo. Las más rebeldes eran las que conseguían escapar de lo impuesto por la sociedad.
Cada vez la mujer es más práctica y busca ir cómoda, sin embargo, hay veces en que la moda impone tendencias que pueden resultar un tanto aparatosas o poco prácticas. Hay camisetas que son de un diseño muy creativo pero que, a nada que hagas un par de movimientos, se convierte en una camiseta de lo más traicionera.
Busca la moda, pero busca también la comodidad, si no aguantas los zapatos y se convierten en un incordio o te generan malestar y un intenso dolor de pies prueba con unos algo más bajitos, no es conveniente soportar esto cada vez que sales, o que tengas que estar sentada toda la noche. Ve a la última pero elige comodidad ante todo. Tus pies te lo agradecerán.