Las grietas surgen porque el
niño se agarra mal al pecho, así que lo importante es corregir la
postura (pide ayuda a tu pediatra, matrona, enfermera de pediatría o
experta en lactancia). No es
recomendable utilizar pezoneras. El uso de pezoneras acorta la duración de la
lactancia y además la hace muy incómoda. Para tratar las grietas, la mejor pomada, es tu propia leche.