¿Sabes si es el chocolate lo que te provoca las erupciones de acné? ¿Qué debes hacer si sufres de acné?
Comenzaremos por explicarte que el acné surge cuando los folículos pilosos de la piel se tapan con sebo, que es una sustancia grasosa que expele nuestra piel. Cuando las bacterias se alojan en esa acumulación e sebo, se produce una infección y nace el tan odiado granito.
Se cree que la ingesta de grasas o el chocolate promueven directamente la formación de acné, pero esto no es así. Al menos eso dicen los dermatólogos. Ahora, que las madres lo utilicen como excusa para que sus hijos adolescentes coman alimentos de mejor calidad, es otra cosa… Siempre se recomienda no tocarse la piel con acné. Muchos insisten en tocarlos o apretarlos, pero la verdad es que lo único que logran es empeorar las cosas, inclusive infectando todo el área, y hasta ganándose una cicatriz permanente.
Las cicatrices del acné suelen ser por lo general cambios en el color de la piel del área donde sufrimos el granito. A medida que sana la herida, va cambiando de colorado a violáceo, y más tarde, a un color tostado. A veces suele tardar unos meses hasta que la piel recobre su color normal. Las cicatrices permanentes pueden tratarse en gabinete, con un tratamiento dermatológico, que incluye peeling o inyecciones. No son tan violentos como parecen, pero es mejor esperar a que la piel no tenga más erupciones de acné antes de tomar la decision.
Los adolescentes son proclives a tener acné por sus cambios hormonales. En realidad, el acné es un efecto más del despertar de las hormonas en nuestro cuerpo. Pero, no te los toques! Sólo lograrás que el granito se quede, infecte, crezca, y termine, inevitablemente, en una cicatriz. Mejor es tratarlo con medicinas de venta libre, como el peróxido de benzoil y el ácido salicílico. Los mismos dermatólogos los recomiendan. Y no sólo sirven para atacar el acné, sino también para prevenirlo. Se coloca de una a dos veces al día sobre el área afectada, y listo. Estos productos reducen el sebo de la piel y matan las bacterias que infectan el área.
No hay mucho que se pueda hacer una vez que el granito sale, pero sí se puede hacer mucho para evitar que empeore. Es decir, no hay que apretarlo, tocarlo, refrejarlo, etc. No se trata de estarse lavando la cara todo el tiempo, con sólo utilizar soluciones anti acné, de venta libre, es suficiente. Los productos astringentes que contienen peróxido de benzoil o ácido salicílico son útiles, pero hay que tener cuidado al aplicarlos, porque resecan la piel. Los maquillajes que se utilicen para cubrir el acné deberán ser preferentemente no comedogénicos (es decir, que no causen puntos negros ni granos con pus).
Con respecto al acné en la espalda y el pecho, se aplican las mismas reglas que para el acné facial, sólo que resulta más difícil realizar una limpieza porque cuesta más llegar con nuestras manos a la zona afectada, de manera que se necesitará de la ayuda de un tercero para colocar los productos indicados.
El acné debe ser objeto de consulta médica obligatoria cuando deja marcas pronunciadas, o el ataque es muy grande. El dermatólogo suele proponer diversos ataques: un antibiótico por vía oral, el tratamiento localizado de la piel, y una mejora en la dieta. Para finalizar, no hay que ser adolescente para tener acné. Incluso, personas que no tuvieron acné en su adolescencia, lo tienen a los 20, 30 y hasta 40 ańos. Pero, afortunadamente, es una afección que tiene solución.
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