Todas las hormigas de un sector de la selva del Africa se reúnen.
Motivo: buscar una solución que las salve de una terrible agonía. ¿Cuál es esa agonía? Un elefante, que todas las tardes pasa y, con sus pisadas mortíferas, destruye hormigueros, obras de construcción, etc.
Bien, ya reunidas, la hormiga líder comienza a hablar:
– Debemos poner fin a este problema, debemos ingeniárnosla para evitar que ese estúpido elefante siga destruyendo lo que nosotras hacemos con tanto esfuerzo. Propongo lo siguiente: organicémonos, tendemosle una emboscada; que 5000 de nuestras hermanas se suban a los árboles y ataquen con flechas al animal, cuando este llegue; que otras 7000 permanezcan escondidas entre el pasto, listas para lastimarle las piernas; que 300 francotiradoras se escondan entre la maleza, a la altura de la cabeza del elefante, y le arrojen piedras a sus ojos.
Todas las hormigas, inmersas en una emoción indescriptible, desarrollan el plan. Por fin, esa tarde, cuando el elefante se acerca, todas las hormigas escondidas entre el pasto son aplastadas por sus gigantezcas patas; las 300 francotiradoras son aniquiladas con un simple estornudo del animal; y las 5000 hormigas que estaban en los árboles son derribadas fácilmente con un tranquilo movimiento de la trompa del paquidermo, todas caen al piso, menos una, que logra colgarse del cuello del elefante.
Todas sus compańeras moribundas, al verla, le gritan eufóricamente:
– ¡¡¡Ahórcalo, ahórcalo!!!
¿Sabías que reir hace bien? Sí, la risa, no sólo tiene un efecto a nivel psicológico (disminuye la tensión) sino también a nivel fisiológico (incrementa la respuesta inmunológica).
Mientras que la ira, la depresión y el pesimismo disminuyen la respuesta inmunológica, prolongan el período de recuperación e incluso pueden incrementar las posibilidades de muerte; el buen humor contribuiría a provocar lo contrario.
A través de estudios realizados sobre sujetos, antes y después de reírse, se han evidenciado reducciones en las concentraciones de hormonas de la tensión y un incremento en la respuesta inmune.
La relación entre el humor y la salud fue expuesta en el ańo 1979 por Norman Cousins en el libro “Anatomía de una enfermedad” en donde describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos que normalmente suele ser irreversible mediante un tratamiento que incluyó, entre otras terapias, películas cómicas de los hermanos Marx.
Actualmente, nuevas investigaciones están siendo llevadas a cabo para indagar más sobre esta correlación. Pero de lo que no queda duda es de la intrínseca interrelación que existe entre cuerpo y mente. Esto es una prueba más de ello.
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