– Si se quiere conseguir un buen jarabe de fresas para emborrachar tartas, agregar a yogures o regar helados, se pone a macerar medio kilo de fresas, limpias, sin tallo y cortadas en láminas, con doscientos gramos de azúcar. Dejarlas varias horas.
Se aprovecha el almíbar para lo que se desee y las fresas maceradas se trituran y se les añade leche.
Resulta un batido exquisito y vitamínico.
– Para congelar las fresas, se lavan y escurren sobre un papel absorbente.
Se colocan en una bandeja, se tapan y se congelan.
Se puede espolvorear azúcar, en una proporción de 100 gramos por kilo de fruta.
Si se congelan tal cual, caducan a los diez meses pero si se hace con azúcar duran doce meses.
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