Dolores de cabeza y mareos, hinchazón del rostro por el aumento de las glándulas salivales y parótidas, problemas con los dientes, machas, caries… Pérdida
de cabello y debilidad, irregularidades menstruales bruscos aumentos y
reducciones de peso, estreñimiento o defecación crónica debido al uso de
laxantes marcas de dientes en los nudillos de las manos.