– La yema de un huevo batida con una pequeña cantidad de glicerina, quita las manchas de café de la ropa blanca.
– Una yema de huevo batida con agua templada quita las manchas de grasa de los tejidos y el linóleo.
– El efecto de la yema de huevo sobre los platos es persistente.
Para eliminarla basta con echar un poco de vinagre.