En ocasiones los niños piden con insistencia juegos de tipo bélico. Sus compañeros y los medios de comunicación, que a menudo emiten imágenes violentas en horarios accesibles a los niños, ejercen una gran presión sobre los mas pequeños.
Cuando un hijo pide de forma insistente una pistola o una espada de juguete, muchas veces se le acaba dando para que se calle. Hay padres que piensan que el hecho de negarles un regalo de este tipo, como cualquier otro, les puede llegar a frustrar. Lo que quizás no se plantean es negarles algo no es negativo, siempre que se les ofrezcan suficientes razones.
Es verdad que, aunque no tengan juegos bélicos, pueden llegar a hacerlos con los dedos o con palos. Pero el problema es que si los adultos regalan este tipo de juguetes les están dando a entender que los aprueban, y con ellos un cierto comportamiento violento. Darles algún objeto de este tipo es como legitimarlos. Hay que dar a entender al niño que ese tipo de juegos no son positivos y que el tenerlos no supone estar por encima de los demás.