La rinoplastia se puede realizar con anestesia local o general,
dependiendo del grado del procedimiento y dependiendo de lo que usted y
su cirujano prefieran.
Con la anestesia local usted queda ligeramente sedado, entumeciendo
su nariz y área que le rodea; estará despierto durante la cirugía, sin
embargo estará relajado e insensible al dolor. Con la anestesia general
usted duerme a lo largo de la operación.