Tras la cirugía, se le aplicará una pomada en los
ojos para lubrificarlos, y en algunos casos, un
vendaje suave. Puede tener molestias sobre los
párpados; si las hubiese, se alivian fácilmente con
la medicación prescrita por su cirujano (si
presentase dolor severo o persistente debe
comunicárselo a su cirujano). Deberá mantener la
cabeza elevada durante unos días después de la
cirugía y aplicarse compresas frías, para disminuir
la inflamación y los hematomas. Se le enseñará como
lavarse los ojos y se le indicará si debe aplicarse
colirios oftálmicos para mantener los ojos
hidratados. Durante las primeras semanas puede notar
lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz y
cambios temporales en la agudeza visual, como visión
borrosa o doble. Durante las dos primeras semanas su
cirujano plástico seguirá con detalle su evolución.
Los puntos se retiran entre los 2 días y la semana.
El edema y los hematomas disminuirán gradualmente
hasta desaparecer por completo, y comenzará a verse
y sentirse mucho mejor.
La mayoría de los pacientes que se someten a una
blefaroplastia comienzan a leer o a ver la
televisión en 2 ó 3 días. Sin embargo, no podrá
ponerse lentillas, si las lleva, hasta las 2
semanas, y aún así podrá sentirse incómodo durante
un tiempo. Se suele volver al trabajo o una semana o
10 días; por entonces, podrá aplicarse maquillaje
para disimular los hematomas. Puede ser preciso
llevar gafas de sol durante unas semanas y aplicarse
filtro solar en los párpados. Debe mantener un
reposo relativo durante 3 a 5 días y evitar
actividades fuertes 3 semanas.