El pelo es una materia viva que precisa de algunos mimos para mantenerse sano.
Dado que existen diferentes tipos de cabello (graso, seco, débil, quebradizo, teñido…), los cuidados a seguir deberán ajustarse a las necesidades específicas de cada uno de ellos.
En líneas generales, conviene lavarlo con el champú adecuado, cortarlo regularmente y aplicarse mascarillas al menos una vez al mes.
Para los cabellos permanentados, teñidos o muy expuestos a sol, se recomienda emplear geles y sprays que incorporen protección solar en su composición.
Las alteraciones nerviosas afectan directamente a la salud del pelo.
Por eso resulta fundamental mantener la calma, así como usar productos naturales que fortalezcan y estimulen sus propios ciclos y ritmos.
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