Suele haber mucho menos dolor del esperado y generalmente puede ser
controlado con medicamentos, al despertar ya podrá notar los cambios
iniciales en el tamaño de sus nuevos senos, puede haber algún grado de
escurrimiento de sangre por las heridas lo cual es completamente normal
en especial si se han dejado drenes o tubos para evitar que se acumule
formando hematomas.
Siga al pie de la letra las
recomendaciones de su cirujano y si se presentan situaciones anormales
como sangrado excesivo, dolor que no mejora con los analgésicos, fiebre
o pus en las heridas no dude en contactarlo.
Procure estar
en un lugar tranquilo y acompañada, averigüe sobre que tipo de
curaciones, baño y prendas debe usar. Haga los arreglos necesarios para
asistir a las citas de control con su cirujano.
Durante las citas
de control podrá aclarar dudas como el reinicio de actividades,
vestidos, cuidados de cicatrices y otras dudas particulares que le
surjan.