Si está considerando la mamoplastia de reducción, debe encontrar un
buen cirujano plástico que le merezca toda su confianza y con el cual
pueda usted aclarar en una o varias consultas antes de la cirugía todas
sus dudas.
Leer este documento también le ayudará a estar
más informada, una vez resueltas sus inquietudes y aclaradas sus
expectativas, es decir que lo que se le puede ofrecer con la operación
es lo mismo que usted desea, se procederá a realizar exámenes de sangre
y otros si se consideran necesarios, con el fin de aumentar la
seguridad y disminuir los riesgos operatorios.
Se tomarán
fotografías confidenciales en el consultorio. De acuerdo con la edad se
podrá solicitar un examen de mamografía (radiografía de los senos para
descartar cáncer), se enviará a consulta con el especialista en
anestesia quien ultimará detalles para el día de la operación, si por
el tamaño de los senos se anticipa que habrá sangrado importante se le
solicitará hacer reserva de su propia sangre o autodonación en el banco
de sangre.
El uso de aspirina y algunas drogas
antinflamatorias puede aumentar el riesgo de hemorragias por lo tanto
se le recomendará no usarlas desde unas semanas antes de la operación,
si por algún motivo recibe drogas anticoagulantes no se podrá realizar
la operación.
Debe hacer arreglos para asistir acompañada y
para que alguien cuide de usted en especial durante el primer día
después de la cirugía.
La mamoplastia reductora es una
cirugía no urgente que le mejorará varios aspectos de su vida, de tal
manera que tómese un tiempo suficiente de recuperación, tal como unas
vacaciones, aunque en cinco a siete días podría reingresar a su trabajo
es posible que actividades como conducir un carro, levantar cosas
pesadas o viajar de pie en buseta se le dificulten.