Toda operación lleva implícito algún riesgo, tal como hemorragias,
infección o aún la muerte, afortunadamente estos riesgos son bajos para
cirugías no urgentes, que se han planeado adecuadamente con la
suficiente anticipación, los exámenes, el chequeo por el anestesiólogo,
el elegir un cirujano calificado y una adecuada institución
hospitalaria incrementan aún más su margen de seguridad.
Durante las consultas preoperatorias se hará un balance de riesgos y
beneficios, ventajas y desventajas, y en caso de detectar algún riesgo
importante seguramente no se le recomendará la operación.