Una de las grandes tendencias de la temporada son las nuevas combinaciones de dos a tres tonos de tinturas que permiten la creación de luces y reflejos naturales.
Los cortes de pelo están más creativos que nunca. Esta base moderna les permite a los peluqueros que suelten su imaginación cuando llegue el turno de hacer claritos o reflejos para destacar el look. “La nueva propuesta es usar dos o tres tonos de colores diferentes para darle calor al look”, explica Ricardo Cassolari, peluquero del salón L´Autre Femme, de São Paulo.
Lo que más pide la nueva estación son los colores miel y dorado, como también los tonos tierra, que perpetúan la tendencia de los rojizos – un hit del último invierno. Hélio Sassaki, coordinador del área de cabellos del Centro de Tecnología en Belleza del SENAC-SP (Servicio Nacional de Aprendizaje y Capacitación), cuenta que la gran ventaja de la mezcla es dejar al cabello con apariencia natural. Es que, si prestas atención, verás que una cabellera virgen presenta varios colores. “La hebra se va clareando hacia las puntas. Por eso, la mezcla le brinda suavidad al conjunto”, explica.
Para una elección correcta, los cabellos oscuros combinan con reflejos rojizos, mientras que los más claros son acentuados por los tonos dorados. La tonalidad de la piel también influencia el resultado. Por lo tanto, la mayoría de las latinas, que tienen la piel morocha, deben tener cuidado con los tonos amarillentos o pasteles, que empalidecen la fisonomía.
Estas técnicas deben utilizarse con parcimonia para que el efecto no les salga por la culata. “El exceso deja el pelo demasiado compacto”, advierte Cassolari. Los reflejos también son aliados para camuflar las canas, sobre todo en hombres. “Los oscurecemos algunas mechas para suavizar la apariencia de las canas”, revela la tinturista Silvana Almeida, del salón de belleza New M. Beauty, de São Paulo.
Cuidados son esenciales
A pesar de que pocas hebras son descoloridas o teñidas, quienes deseen iluminarse las melenas necesitan elegir un buen profesional, puesto que manos inhábiles pueden dejarles el pelo manchado. Además, se trata de química y, por lo tanto, no es aconsejable mezclar dos procesos a la vez, como alisarse las mechas y descolorarse otras. La ventaja es que mantener este look no da mucho trabajo. “Mientras que en una tintura la raíz aparece en un mes, los claritos, luces o reflejos necesitan retoque cada tres o cuatro meses”, nos cuenta Sassaki.
Y la hidratación es imperable. De acuerdo con Sassaki, estas técnicas de embellecimiento resecan las hebras, y, desde luego, es necesario hacerse hidrataciones semanales para mantener el cabello sedoso. Otro alerta: cualquier tipo de química no es aconsejado para embarazadas, salvo bajo liberación médica. “Aunque usemos gorras o papel para que el líquido no toque en el cuero cabelludo, el olor fuerte del agua oxigenada o del polvo descolorante puede hacer que la embarazada se sienta mal”, advierte.
Técnicas que ponen calor a tu look
Veamos la diferencia entre luces, reflejos y claritos o balayage en la definición de Hélio Sassaki, coordinador del área de cabellos del Centro de Tecnología en Belleza del SENAC-SP:
Esparcidas
Luces: en este proceso, pocas hebras son clareadas, lo que deja al cabello con apariencia de quien haya tomado sol.
Reflejos: algunas hebras del pelo, distribuidas por toda la cabeza, son clareadas, dejando un efecto más visible que las luces.
Claritos: la idea es destacar porciones grandes, dejándolas mucho más que el fondo del cabello.
Balayage: popularmente conocida como balayage californiana, esta técnica francesa resulta en que hebras más claras son esparcidas de una manera casual por la cabeza.
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