Cuando la otoplastia es realizada por un cirujano
plástico cualificado las complicaciones son
infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo,
como en cualquier otra intervención, existen riesgos
propios de una cirugía y complicaciones propias de
este procedimiento.
Un pequeño porcentaje de
pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se
disuelva espontáneamente o que precise drenaje.
Ocasionalmente, puede producirse una infección del
cartílago que aumente el tejido cicatrizal de la
oreja; su tratamiento consiste en la administración
de antibióticos; en raras ocasiones puede ser
necesario el drenaje quirúrgico.