Además de las orejas prominentes u orejas “en
soplillo”, existen otros problemas que también
pueden solucionarse con cirugía. Estos incluyen la
oreja contraída y la oreja en copa.
También pueden
mejorarse quirúrgicamente los lóbulos alargados y
los lóbulos rasgados.
El cirujano plástico también
es capaz de crear una nueva oreja cuando se nace sin
ella (microtia) o cuando se pierde por un
traumatismo.