Inmediatamente después del procedimiento, su cara
estará bastante roja e hinchada, y comerá y hablara
con dificultad. Sentirá alguna molestia que será
tratada con medicación. La inflamación cederá poco a
poco en unos días.
Si recuerda las costras que se forman cuando se cae
uno de pequeño, tendrá una idea de lo que se espera
cuando la cura es abierta. Se formara una costra que
permitirá a la herida curar. La costra se caerá, y
debajo aparecerá una piel rosa. Su cara puede picar
conforme crece la piel nueva y debe protegerla con
las pomadas que le indicaremos. En la cura cerrada
no se forman costras y la herida es menos molesta,
pero exige que la cara este completamente vendada
para evitar la contaminación de la herida.
En cualquier caso, se le darán instrucciones para el
cuidado de la piel tras la cirugía. En hombres es
muy importante evitar el afeitado con cuchilla al
principio, usando una maquinilla eléctrica. Es muy
importante que siga nuestras instrucciones
exactamente, para asegurar la cicatrización mejor
posible.
Si nota que el área tratada comienza a empeorar, en
vez de ir a mejor. Por ejemplo, si se empieza a
poner roja en exceso, y pica mucho, puede ser un
signo de que se este formando una cicatriz anormal.
Díganoslo lo antes posible, así el tratamiento
comenzara antes.