Actualmente, uno de los principales problemas de la alimentación de los países desarrollados es la escasa ingesta de fibra. Esto se debe, principalmente, a un mayor consumo de cereales y derivados refinados y a un descenso del de frutas y verduras. Actualmente, uno de los principales problemas de la alimentación de los países desarrollados es la escasa ingesta de fibra. Esto se debe, principalmente, a un mayor consumo de cereales y derivados refinados y a un descenso del de frutas y verduras.
La fibra se define como aquella parte de los productos de origen vegetal que no es digerible ni absorbible por nuestro aparato digestivo. Sin embargo, aunque se podría considerar como un componente poco útil, cada vez se le atribuyen más propiedades beneficiosas para la salud. Por el contrario, su déficit en la dieta se relaciona con enfermedades o trastornos como puede ser, por ejemplo, el estreñimiento.
La fibra se encuentra en alimentos de origen vegetal como la cubierta de los cereales y de las legumbres, las verduras y las frutas. Los alimentos de origen animal -la carne, el pescado, los huevos, la leche…- no contienen fibra.
Con el fin de cubrir las necesidades de fibra es recomendable un consumo adecuado de verduras, frutas, cereales y legumbres en el marco de una alimentación equilibrada y variada. Para aumentar la ingesta de fibra es aconsejable consumir esporádicamente cereales completos (arroz y pasta integral; pan integral, de salvado o de centeno; cereales de desayuno ricos en fibra, etc.).
