Tacaño y la compra de la casa
– Este era un hombre bien tacaño, que cada dos dias le daba solo un dolar a su mujer para la comida.
– Pero la mujer siempre le cocinaba grandes manjares con mucha carne. Un dia el hombre muerto de curiosidad le pregunta a su esposa, mi amor, yo se que soy tacaño y no te doy suficiente dinero para la comida, pero estoy asombrado con la capacidad que tienes para economizar el dinero. Como haces?
– La mujer va hacia su habitacion se cambia de ropa, por una bata trasparente totalmente desnuda, acercandose al espejo lo llama y le dice. La mujer al hombre. Mira tu ves ese que está en el espejo, ese es tuyo,
y este que esta aqui es del carnicero.
Un tacaño y su hijo
Un niño hijo de un judìo le dice:
– Papà, ya no quiero conocer Europa.
El papà le responde:
– Ya callate hijo y sigue nadando.
Tacaño y el vestido de noche
Habia una vez un tipo de Monterrey que era tan tacaño que un dia le dice su
esposa:
– Mariano cuando me vas a comprar mi vestido de noche?
Vieja cuantas veces tengo que decirte que de noche las tiendas estan cerradas.
El tacaño y la misa
– Esta era una vez un hombre que era tan tacaño que escuchaba misa por radio, pero cuando pasaba el de las limosnas le cambiaba de emisora.
Pidiendo limosna en una casa
Un señor toca la puerta de una casa y pide un poquito de comida.
El dueño de la casa le pregunta:
– A usted no le importa comer comida del día anterior?
– El señor responde que no, a lo que el dueño de la casa la contesta:
– A, entonces vuelva mañana
Tacaño atropellado
Este hombre era muy tacano, un dia sale de su casa y lo apropella un auto,llega la ambulancia y lo lleva al hospital
Este hombre esta muy mal, dice el medico de guardia, ponganle la mascarilla
y el hombre que oye eso le dice casi sin aliento
– No doctor, pongame la baratilla
Tacaños Millonarios
Habìa una vez una familia que era millonaria pero muy tacaña; entonces decidieron irse a Melgar.
Para no tener problemas con la guerrilla se fueron en un carro viejito. Estaban en la carretera y los paro la guerrilla. Ellos habían acordado no decir nada de la fortuna que tenían.
Entonces el jefe máximo le dijo al padre de familia, ¿usted en qué trabaja?
– No pues yo tengo una pequeña panadería.
Después le dice a la madre de familia, ¿usted en qué trabaja?
– No pues yo le ayudo a mi esposo haciendo el aseo de los hornos, de la mojadora,etc.
Por último le pregunta a la hija, ¿usted qué hace?
– No pues yo soy la que sirvo los tintos, lavo la losa, etc.
El jefe de la guerrilla le dice: ¿Y como se llama la panadería?
El señor responde: Bimbo
Padre Tacaño
Era un padre tan tacaño pero tan tacaño que un día le dijo su hijo: papá papá présteme 50 dólares
Le dice el padre: que 30.
20 es mucho, tome 10 dele la mitad a su hermano y traígame las vueltas.
El Colmo
– ¿Cuál es el colmo de un tacaño?
– Usar confeti en vez de papel higiénico
Tacaño y Hermano
– Un hombre tan tacaño que no le hablaba al hermano porque se llamaba Gastón.
Tacaño y su hijo
– Un tipo era tan tacaño que le decía doctor al hijo para no tener que pagarle estudio
Tacaño y misa
– Un tipo es tan tacaño que ve la misa por televisión y cuando piden limosna cambia de canal.
Tacaño y su esposa
Un tacaño le dice a su esposa:
– Mija, planche toda la ropa de la casa.
Ella le prengunta:
– ¿Por qué, acaso nos vamos de viaje?
– No, es que voy a empeñar la plancha
Tacaño y su novia
Un tacaño y su novia pasan por el frente de un asadero y la novia le dice con la intención de que la invite a comer:
– ¡Mmmm qué rico huele!
Él le contesta:
– Pues si quieres pasamos otra vez.
Tacaño y Moribundo
Un tacaño moribundo le dice a su mujer:
– Mija, ahí le dejo alguito para que tenga con qué comer el resto de su vida.
Y le dejó una cuchara.
Tacaño en el Retrete
A un tacaño que está en el retrete se le cae una moneda de 200 dentro y comienza a pensar cómo recuperarla. Después de un rato saca un billete de $ 5.000, lo echa en la cisterna, se sube la manga del saco, mete la mano entre el agua, saca el billete y la moneda y se dice a sí mismo:
– Por $ 5.200 si se justifica
Tacaño y el dulce
– Yo no compro un dulce para no desbaratar una moneda de 100.
Tacaño y listo
Un cristiano, un musulmán y un judío le preguntan a una prostituta cuánto debían pagar por estar con ella.
– Según el tamaño de cada uno -responde la mujer-
Entra primero el cristiano y cuando sale, le preguntan los otros dos:
– ¿Cómo te fue?
– Estupendo.
– Bueno y ¿cuánto pagaste?
– Ocho Euros.
El segundo en entrar es el musulmán. Cuando sale, le preguntan los otros dos:
– ¿Cómo te fue?
– Genial…
– Bueno y ¿cuánto pagaste?
– 15 Euros.
Es el turno del judío. Cuando sale le esperan los otros dos y le preguntan:
– ¿Cómo te fue?
– Espectacular.
– Bueno, y ¿cuánto pagaste?
– Dos Euros.
– ¿Dos Euros no dijiste que te había ido espectacular?
– Sí, Yo pague a la salida y no a la entrada.
Tacaño y las gafas de su hijo
Estaba el niño de la casa mirando por la ventana y el papá le pregunta:
-¿Hijo estas leyendo?
– No papá,
-¿Hijo estas viendo televisión?
– No papá,
-¿Hijo estas estudiando?
– No papá.
– Entonces, ¡por qué diablos tienes las gafas puestas!, ¿es que las quiere acabar?
Tacaño y Pintura
– Un tipo tan tacaño, que no pintaba la casa por dentro para que no le quedara más estrecha.
Tacaños y Apuesta
– Dos tacaños hicieron una apuesta para saber quién era el más tacaño.
Apostaron que metían la cabeza dentro del agua y el que la sacara primero gastaba.
Pues nadie ganó porque los dos se ahogaron.
Un tacaño en el lecho de muerte
Un judío está agonizando y le dice jadeante a su único hijo:
– Isaac, quiero que sepas que las siete casas, los tres edificios, los treinta taxis, la fábrica de telas, las dos fincas, las ocho tiendas… las joyas… los títulos valores… las esculturas…
– Sí, papi… ¿me los dejas?
– Nooo… te los vendo baratos… baratos…
Tacaño y paseo con la novia
– Había una vez un tipo tan tacaño, tan tacaño, que cada vez que sacaba a la novia a pasear la invitaba a dormir porque como soñar no cuesta nada.
El tacaño y la confesión
Llega un dia Lucho, que es muy tacaño, a confesarse. El padre muy molesto por no haberse presentado a confesión desde hace mucho tiempo le dice:
– ¡Lucho, hijo mío! ¿Por qué no te has dignado venir a confesarte? Hace más de cinco años que no lo has hecho.
– ¡Ay, padre! Pues es para no quitarme un peso de encima.
Tacaños y la Cruz Roja
Están dos judíos perdidos en medio del mar en un bote de remos. Llevan una semana sin probar bocado ni tomar agua, cuando de pronto ven una lancha de rescate de la Cruz Roja. Los judíos la ven y comienzan a remar desesperados, pero en sentido contrario. La lancha acelera pero los judíos reman cada vez más rápido. Finalmente, la lancha termina por alcanzarlos y los médicos de la Cruz Roja les preguntan:
– ¿Qué les pasa? ¿Por qué huían?
– Ya colaboramos, ya colaboramos.
El tacaño y los análisis
Llega un tipo al laboratorio a reclamar los resultados de un examen de orina. El médico se lo entrega y lo felicita porque todo salió bien. El tipo se alegra mucho, pide prestado el teléfono y llama a su casa:
– Sí, mi amor. Buenas noticias: tú, yo, Carlos y el perro estamos todos bien.
Tacaños y el Vaticano
Pasan dos judíos en avión sobre el Vaticano y le dice el uno al otro, muerto de la envidia:
– ¿Viste? Y pensar que estos empezaron con un pesebre.
Tacaño agonizando
Un judío estaba agonizando en su lecho y comienza a preguntar por sus hijos:
– David, ¿estás aquí?
– Sí, padre. Estoy aquí.
– Isaac, ¿estás aquí?
– Sí, padre. Estoy aquí.
– Samuel, ¿estás aquí?
– Sí, padre. Estoy aquí.
– Y entonces, ¿quién carajo está atendiendo el negocio?
Tacaño en París
Un grupo de turistas visita París y al llegar al hotel, un francés llama a los hombres por aparte y les enseña el catálogo de prostitutas. La más barata costaba 500 dólares. Uno de los turistas pregunta:
– ¿No podría hacerme una rebajita?
– ¿Cuánto puede gastar usted?
– Pues ahora mismo unos veinte dólares.
– ¡Oh, no, no, no! Por esa cantidad no conseguirá nada en París.
Muy desilusionado, el turista decide gastar los 20 dólares en una cena con su esposa, que ya estaba entrada en años. Elige un bar barato y cuando van entrando, se encuentra con el francés del catálogo, quien inmediatamente le grita:
– ¿No le había dicho yo? ¿Vio la mierda que se consiguió por veinte dólares?
Tacaño y hermanos
Un judío vuelve a su pueblo natal y lo reciben sus tres hermanos con una barba que les llega hasta el piso. El judío les dice:
– Pero, ¿qué son esas barbas?
– Es que cuando te fuiste te llevaste la cuchilla de afeitar.
La hija del tacaño
La hija del judío regresa a casa después de mucho tiempo de haberse ido. El papá empieza a regañarla, diciéndole:
– ¿Dónde estuviste tanto tiempo, desgraciada? ¿Por qué ni siquiera escribías?
La muchacha, llorando, le contesta:
– Perdón, papá, me tuve que volver prostituta.
– ¡Largo de aquí, desvergonzada! ¡Mala hija!
– Como ordenes, papá. Yo solo vine a entregar este abrigo de mink y las escrituras de una casa a mi mamá, una cuenta de ahorros con 50 millones de dólares a mi hermanito y este Rolex y el Cadillac negro que está en la puerta para tí, papacito.
– ¿En que dijiste que te has convertido, hijita?
– En prostituta.
– !Ah, qué susto! Yo había entendido protestante.
Más Chistes y Humor pero del bueno…pero bueno!!!!
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