Cada vez que un chico se sienta ante la mesa para ingerir su comida, entran en acción complejos mecanismos en los que no sólo están implicados el aparato digestivo y la sangre, sino también ciertas áreas del cerebro, determinados neurotransmisores químicos y algunas hormonas. Estos procesos también pueden estimularse mediante la vista, el gusto y el olfato en el caso de que el pequeño se muestre inapetente.
Un poco de ingenio: No es aconsejable recurrir a complejos vitamínicos u otros productos farmacéuticos para abrir las ganas de comer. Más recomendable resulta el uso de ciertos trucos que animen a los pequeños inapetentes :
Ofrecer aperitivos antes de las comidas. Algunos alimentos salados y ácidos se consideran estimulantes del apetito (los dulces, no). Disimular las cantidades , poniendo todos los alimentos en un único plato, que deberá tener un aspecto agradable en disposición y colorido. Pedir al chico que participe en la confección del menú semanal. Siempre que sea posible, invitar a algún amigo a comer.
No hay más que empezar
Los siguientes alimentos están considerados como estimulantes del apetito:
Aceitunas
A los más pequeños, se les deben ofrecer siempre sin hueso y bien troceaditas para evitar sustos .
Rabanitos solos o con un condimento suave .
Ensalada de berros o de apio
Para los niños que aman los sabores muy fuertes. Zumo de tomate, es conveniente un vasito antes de empezar a comer.
Salsa de mayonesa con alcaparras en canapés o sobre una rebanada de pan pequeña .
