Pecas, lunares, manchas seniles… Aunque son muchos los tipos, los más frecuentes están estudiados y responden a una alteración de la melanina, el pigmento responsable de la coloración de la piel. Te ayudamos a que seas tú misma quien identifique esa/s manchas que tanto te preocupan.
Tanto si la piel experimenta un defecto de melanina (conocido como despigmentación) como un exceso (conocido como hiperpigmentación) eso significa… ¡MANCHA! Una alteración que, aunque no en todos los casos es preocupante, sí se debe vigilar.
Estos son los tipos más frecuentes de manchas:
* Pecas: son pequeñas manchas marrones muy corrientes entre las personas de piel y cabellos claros y que se acentúan especialmente durante el verano por la acción solar. El remedio: la protección. No obstante, en muchos casos, también incide la herencia, para lo cual, lamentablemente, no hay demasiada solución. No obstante, ten en cuenta que las pecas también pueden embellecer tu rostro, así que no te obsesiones.
* Lunares: son manchas oscuras que generalmente aparecen aisladas y que son de nacimiento. Aunque algunas pueden aparecer durante la madurez.
* Cloasma: son manchas de tonalidad marrón debidas a una hiperpigmentación de la piel provocada por cambios hormonales. Generalmente, aparecen durante el embarazo o cuando se están tomando anticonceptivos orales (cuya composición a base de estrógenos favorece la pigmentación de la piel). Cuando la piel no está expuesta al sol, le ocurre como a las pecas: su vivacidad y tono se mitiga, con lo que resulta más discreta.
* Lentigo o manchas seniles: como su nombre indica, aparecen con la edad y en la piel de aquellas personas que a lo largo de toda su vida han abusado de las exposiciones solares. Son por tanto, manchas fruto de la acumulación de sol y la falta de cuidados y protección que se distinguen por su superficie lisa, de bordes delimitados y sin rugosidades.
* Vitílogo: más que tratarse de una hiperpigmentación, como las otras, es una despigmentación de una parte de la piel provocada por una pérdida de melancitos (de la melanina) que, generalmente, va asociada a nervios y estrés. Físicamente se distinguen por ser manchas blancas de límites bien marcados que, en muchos casos, acentúan su presencia en verano.
Aunque hay quien afirma que hay algunas manchas que “embellecen”, lo cierto es que, muchas, las más, resultan antiestéticas.
¿Quieres conocer qué las causa y cómo frenar su aparición?
Pues te lo contamos. Para ti: remedios naturales y efectivos para declarar la guerra a la mancha.
Es evidente que para erradicar la aparición y proliferación de manchas en la piel, debes conocer primero lo que las causa, ya que ésta es la única manera de que el tratamiento sea efectivo y de que notes sus resultados. Así que toma nota porque, aunque hay causas contra las que simplemente no puedes hacer nada, otras las puedes eliminar sólo con que pongas un poquito de tu parte.
* La edad: evidentemente no es algo contra lo que puedas “luchar”, pero sí es cierto que a partir de los treinta años debes cuidarte un poquito más ya que a partir de esta edad la piel pierde su elasticidad natural y necesita de algo más de ayuda. La que sólo tú le puedes facilitar con cremas, limpiezas periódicas….
* Los antecedentes familiares: el factor hereditario también es de importancia ya que, en muchos casos, el color/tono de la piel de cada una es heredado de su padre o madre. Ten en cuenta sobre este punto que la piel blanca es más delgada y tiene menos colágeno, por lo que también es más susceptible a las alteraciones cutáneas.
* El sol y las radiaciones ultravioleta: deberías controlar tus exposiciones solares ya que sin la debida protección el sol puede ejercer una influencia muy dañina sobre tu piel, por lo que nunca, nunca, está de más aplicarse una crema con filtro solar.
* El tabaco: fumar es perjudicial no sólo para tu salud, sino que también a nivel estético se deja sentir: manchas en la piel, en los dientes, en el cutis…
* Fármacos: la ingestión y, evidentemente el abuso- de algunos fármacos (por ejemplo los anticonceptivos orales o los que contienen ciclofosfamida) puede provocar en algunos organismos la aparición como reacción de despigmentaciones de la piel.
* Productos de autobronceado: aunque son muchos y variados en cuanto a su calidad y eficacia, lo cierto es que algunos productos provocan reacciones en pieles sensibles cuando éstas se exponen a la luz. Si además no los extendemos correctamente, su aplicación irregular hace que nuestra piel se broncee “a trozos” y, la verdad, eso no es demasiado estético.
Nota: Si quieres contactar y ser atendida/o por los mejores profesionales de la Estética y Belleza de tu País o lugar de Residencia. Clic Aquí.